Muchas veces, después de entrenar quieres relajarte y disfrutar de un baño caliente, pero lo mejor para ti es usar agua fría.
Lo sabemos, la idea puede parecerte la peor o aterradora si eres muy friolento, sin embargo, hacerlo de esta forma te brinda grandes beneficios.
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No es casualidad que después de entrenar los grandes atletas se metan a una tina con hielos y agua fría.
Y tal vez, estés pensando que ellos están obligados o es parte de su entrenamiento, pero la realidad es que lo hacen por su bienestar.
Sí, les ayudará en su especialidad, pero también es esencial para cuidarse.
La razón por la que debes bañarte con agua fría después de entrenar
1. Te vuelve mentalmente más fuerte.
Dicen que si quieres tener poder mental, necesitas atreverte a pasar tiempo en agua helada.
Esto no solo te ayudará a tener el control de tu cuerpo, dominarás tus pensamientos y tendrás más fuerza de voluntad.
Sí, sufrirás al principio, pero después dominarás el momento a la perfección.
2. Tendrás un mejor descanso.
Para tener calidad de sueño tu cuerpo necesita una temperatura baja para poder descansar y recuperar energía.
Si entrenas por la noche, y te bañas con agua fría dormirás como un bebé y amanecerás con mucha energía.
3. Tu piel se verá mejor.
El exceso de agua caliente deja tu piel y cabello resecos, mientras que el agua fría mantiene su brillo y hace que se vea más sana.
O te avientas al agua fría o le bajas a los baños con agua hirviendo, porque solo te hará ver más viejo y con arrugas.
4. Controla tu peso.
Que tu cuerpo esté en agua fría ayuda a activar tu metabolismo y esto a su vez logra que puedas quemar más calorías.
Expertos aseguran que cuando tu cuerpo comienza a sentir el frío en ese instante empieza a quemar grasa.
5. Te recuperas más rápido.
El frío ayuda a reducir el dolor muscular, la inflamación y mejora tu circulación.
También previene la aparición de ácido láctico, que es el que provoca que no puedas mover tus piernas después de un entrenamiento intenso.
6. Fortalece tu sistema inmunológico.
Debido a que el frío promueve la producción de células blancas en la sangre y también ayuda a tu sistema inmune a responder mejor ante el estrés.
7. Mejora tu entrenamiento.
El frío hace que se contraigan los vasos sanguíneos, lo que ayuda a reducir cualquier dolor que puedas estar sufriendo, y esto hará que te sientas mejor.
Incluso que puedas seguir con tu entrenamiento o que sea más efectivo en la siguiente sesión.
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