¿Cómo andas de ego? No queremos que seas inseguro, sumiso y gris, pero sí deseamos que no seas prepotente, convenenciero y manipulador. El equilibrio es lo que cuenta.
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Hace muchos años, en un baño público, en el que no faltaron los garabatos en las paredes, encontré uno que me llamó mucho la atención:
Un perro muy mal dibujado con la clásica figura del círculo y una línea atravesada 🚫 que tenía la leyenda: «Cuidado con el ego».
Yo estaba chavo, en ese entonces, vi el mensaje me pareció lo bastante curioso para no olvidarlo pero tampoco lo entendí.
Hoy, tratando de ser un adulto lo más funcional posible, no sólo la entiendo, la siento y la defiendo.
Señales de que te estás pasando de Ego
El ego es aquello que tú interiorizas como lo que eres, gracias al ego te identificas y reconoces. Es lo que sustenta tus acciones, es el inicio de lo que muestras al mundo.
El problema del ego es cuando se transforma en egocentrismo.
1. Piensas que tú harías mejor las cosas.
Aún no tienes la información completa y ya crees que tú darías mejores resultados o que tu podrías hacerlo mejor.
2. Piensas que tú la tuviste más difícil y lo hiciste más.
Esto ocurre porque te comparas, ves más las grandes desventajas a las que te afrontaste para que tus logros se conviertan en más reconocidos o sólidos.
3. Crees que todos desean tu compañía.
Piensas que eres agradable en cualquier círculo social porque tienes que admirar.
En caso de que supieras que no eres bienvenido, te gusta regodearte en eso y piensas que es mejor incomodarlos con tu presencia.
¡Mucho ojo! La gente puede ser indiferente y no dejar que tu presencia les modifique el estado de ánimo, ¿ves lo que te mal aconseja el ego?
4. Piensas que sin tu compañía las cosas pueden salir mal.
Eres el salvador de todos, o al menos eso crees.
5. Lo busques o no, sabes que eres el centro de atención.
Te gusta ser el centro de atención, es tu ambiente, a veces lo buscas, a veces se da, pero te sientes bien siendo así, admirado.
Cuidado con la validación
El problema de esto, por un lado, es cuando alimentas tu ego a partir de la validación que viene de las otras personas, y por otro, el extremo cuando tienes complejo de superioridad moral o intelectual.
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