Aunque es cierto que el empeño y esfuerzo que le pongas a tu trabajo será lo que incline la balanza del éxito o del fracaso, existe otro factor que puede determinar el rumbo de tu negocio.
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Mientras los jefes tienen un complejo de Yo-yo (preocuparse sólo por sí mismos) los líderes saben que el éxito se logra trabajando en equipo. Sin embargo, si dejas que algunos aspectos de tu personalidad dominen sobre otros, automáticamente estarás perdido.
Y el peor rasgo es…
Sigmund Freud define al ego como «parte parcialmente consciente de la personalidad humana que controla la motilidad y media entre los instintos del ello, los ideales del superego y la realidad del mundo exterior».
En la medida correcta y moderar tener ego te ayudará a cumplir todo lo que propones pero si se usa en exceso puede ser el factor que determine el fracaso de tu negocio.
¿La razón? Una persona que es ególatra es una persona que no escucha, que no cede y que no avanza: un ego alto es sinónimo de personas cerradas y negativas.
Cómo dejar tu ego de lado cuando se necesite
En Personalista no queremos que tu ego haga que pierdas una gran oportunidad de trabajo, por ello te diremos qué hacer para no dejar que este te domine:
1. Sé compasivo.
Tendrás que desarrollar mucha paciencia para ser empático y ponerte en los zapatos de otra persona. Si crees que no es lo tuyo o no puedes ceder tómalo como un crecimiento mutuo.
2. Aprende a separar las cosas.
Jamás lleves tus problemas personales al trabajo y viceversa. Un líder sabe cuál es el espacio de cada uno y cómo deben separarse.
3. Apoya a los demás.
Un negocio exitoso no se logra solo: apóyate en los demás y deja que ellos se apoyen en ti, aliéntalos a ser mejores personas y nunca rendirse.
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No dejes el ego te domine.
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