Estamos por poner a prueba tu capacidad para sorprenderte, sobre todo si no eres un fanático de los gatos.
¿Has oído hablar de los gatos del Hermitage? Quizá esto te provoque visitarlos en tu próximo viaje a San Petersburgo.
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Se trata de unos gatos muy peculiares que tienen una tarea más especial aún. Cerca de 60 gatos se encargan de proteger las obras de arte que se encuentran en el museo de estatal.
Los guardias felinos cuentan con una identificación con fotografía que certifica que es un gato capacitado para defender las piezas artísticas que se encuentran en el museo de cualquier intruso roedor que pretenda andar en sus pasillos.
Estos «ermitaños» como les han llamado, están divididos en aristócratas, burguesía media y clase obrera; cuando enferman, los gatos residen en el sótano donde además tienen espacio suficiente para su esparcimiento.
Otro aspecto interesante de esta comunidad gatuna es que no debe superar los 60 miembros, ya que se ha visto que si se rebasa esta cifra empiezan a pelear entre ellos y descuidan sus labores.
Además, los gatos se mantienen solos, o al menos eso parece, ya que el museo no da presupuesto para la manutención de estos guardias peludos, sino que sobreviven gracias al cariño de los empleados y donaciones de visitantes. El 28 de marzo se celebra «La jornada del gato» y ya es uno de los días más atractivos del museo.
Pero, ¿cómo surgió esta tradición?
El primer gato oficial del que se tiene registro fue en el siglo XVIII, con el zar Pedro I quien ofreció refugio a un gato negro que traía desde los Países Bajos, después la emperatriz Isabel mandó crear un ejército de gatos que matara los roedores procedentes de Kazán, ya que les tenía pavor.
Fue durante el reinado de Catalina II cuando los gatos se hicieron guardias oficiales y se dividieron en clases, para el interior del edificio eran los felinos descendientes de la raza azul rusa y los de otras razas como gatos de jardín, cuya principal obligación era mantener el jardín libre de roedores.
En la actualidad el museo pide a los automovilistas de las calles aledañas que conduzcan con precaución y a baja velocidad ya que es una zona poblada de gatos que podrían aparecer en cualquier momento y muerte por atropellamiento es la principal causa de muerte de estos gatos guardianes.
Aunque se podría prescindir de los felinos para la conservación de la calma del edificio, su fama ha alcanzado tal amplitud, que los conservan como una atracción importante del archivo histórico.
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