En el último año, el sargazo se convirtió en un grave problema para las playas de México, pero estas últimas semanas, está creando mucho daño a su paso.
El turismo en Cancún se está viendo afectado. Incluso, varias especies marinas estaban desapareciendo o enfermando.
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Ante la situación, un mexicano creativo no se quedó con los brazos cruzados y puso manos a la obra.
Omar Vásquez Sánchez usó el sargazo para fabricar ladrillos, y resultó ser un material igual de resistente y duradero que el adobe, pero más baratos.
El mexicano tiene un vivero en Puerto Morelos, Quintana Roo, ahí usaba el sargazo como composta, pero después se le ocurrió crear ladrillos.
Al comprobar que eran sumamente resistentes, construyó su primera casa y la llamó Angelita.
“Hay que colaborar y formar parte de un círculo virtuoso, que empiece con la limpieza de las playas, la generación de empleos en esa tarea y en el aprovechamiento del alga que, en mi caso, empleo en la producción de bloques para construir casas”, declaró el constructor.
Este emprendedor terminó su primer casa en 3 semanas y el costo de esta fue más barato que una casa de interés social.
Debido a esto, ha llamado la atención de países como Malasia y Estados Unidos, quienes desean invertir en el mexicano.
Omar desea que las personas de bajos recursos tengan su propia casa y actualmente ya tiene una fábrica para crear más ladrillos de sargazo.
“Hoy estoy por donar la segunda casa con bloques de sargazo y ya tengo la primera fábrica en Mahahual, donde ya se tiene un stock de más de 100 mil bloques listos para ser usados”, mencionó el mexicano.
Una constructora en Tulum también le dio su apoyo al emprendedor, tiene un pedido de 600 mil ladrillos.
Otras ciudades interesadas en adquirir estos ladrillos de sargazo son Tabasco, Chiapas y Campeche.
Cada casa de ocho por cinco metros necesita 2 mil 150 ladrillos.
Al inicio, todos los ladrillos de sargazo eran construidos manualmente, se hacían mil diarios, pero ahora cuentan con una máquina que les ayuda a construirlos.
Omar Vásquez nos enseño una gran lección, es importante estar alerta ante las situaciones que nos presenta el planeta, pero también hay que hacer algo:
Ver el lado bueno y usarlo a nuestro favor.
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