Sí, tu pareja debe brindarte amor y respeto en todo momento, pero eso no significa que debas exigirle demasiado en todo momento.
Porque una cosa es pedir lo que mereces y otra creer que ella deba estar a tus pies en todo momento.
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Es decir, te estás aprovechando del amor que ella siente por ti, pero si sigues pidiendo demasiado sin dar lo mínimo, te quedarás sin nada.
Porque ahora ella está aceptando está situación y accede porque te ama, pero con el tiempo esto cambiará.
Si no quieres perder a una buena mujer y al amor de tu vida, es momento de ver que exiges demasiado y necesitas cambiar.
7 señales de que le pides demasiado a tu pareja
1. Quieres que sea perfecta.
Ella tiene grandes cualidades y siempre busca la forma de complacerte y darte todo lo que quieres.
Sin embargo, para ti esto no es suficiente, porque deseas que no tenga errores y ningún defecto.
Le exiges que sea una mujer perfecta, pero no te das cuenta que tú no eres un hombre perfecto y pides algo imposible.
2. Le pides que cambie de la noche a la mañana.
Cuando hablan de lo que necesitan mejorar o no te agrada que haga, quieres que sea instantáneo.
No le das tiempo de entender la situación, aprender de ella o buscar una alternativa para poder superarlo.
Simplemente quieres que borre lo que era y cambie radicalmente para complacerte.
3. Crees que mereces más.
Sí, siempre mereces lo mejor, pero una cosa es que lo merezcas porque has trabajado en ello y otra que solo te dediques a exigirlo sin hacer nada para obtenerlo.
Esta situación domina en tu relación, porque nunca es suficiente lo que hace tu pareja por ti, no importa si es algo positivo o lo mejor, siempre quieres más.
Lo peor es que no das lo mismo o no crees que ella merezca algo bueno.
4. Quieres que te quiera a tu manera.
Es decir, las cosas en su relación deben ser como tú las pides o de lo contrario haces un berrinche hasta hartarla u obtenerlo.
No te importa lo que quiere tu pareja o el lenguaje de amor que prefiera, debe cambiarlo al que a ti te gusta solo porque tú lo pides.
5. Tienes expectativas poco realistas.
Tu pareja se esfuerza en darte detalles y brindarte acciones poderosas de amor, sin embargo, tú no las notas porque quieres algo más grande o llamativo.
Es decir, mientras ella te regala algo que le nació o sencillo, tú quieres que todos los días te dé detalles costosos o demasiado grandes.
Incluso, esperas que te llene de lujos, no te importa la calidad, sino la cantidad.
6. Exiges, pero no das nada.
No solo le pides demasiado a tu pareja, también tienes el cinismo de no darle ni lo mínimo o de asegurarle que le haces un favor al estar con ella.
No parece tu novia, sino tu proveedora.
7. Necesitas que el mundo lo sepa.
Y no que ella grite lo que siente por ti a los cuatro vientos, sino que te parece gracioso que los demás sepan que la traes “loca por ti” o que siempre está dispuesta a darte todo.
No solo le pides demasiado, también lo humillas para sentirte mejor contigo mismo.
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