Suele pasar y quizá más de lo que quisiéramos, después de un rato de salir con alguien, las cosas se vienen para abajo pues, empieza a salir con alguien más, es decir, no nos eligió.
Si bien nos va, nos lo dicen de frente y si no, sólo nos empiezan a mandar las «señales»…
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Sí, esas señales de que ya se tardan en contestar o ya no tienen tiempo para llamadas o salir.
Pero, seamos claros, ellas y ellos están en su derecho de conocernos y salir con nosotros hasta que se convenzan o arrepientan.
Nosotros tenemos el mismo derecho, pero cuando tenemos un interés genuino en la persona, es cuando nos preguntamos «¿Qué pasó? si todo iba tan bien».
No podemos saber a ciencia cierta que ocurrió, pero la experiencia y el convivir a diario con nuestra pareja nos arrojan algunas respuestas.
1. No hay atracción.
Es decir, que caso contrario a lo que sentimos nosotros, no hay atracción de ellas hacia nosotros.
Con base en esto, no hay flor, detalle, cita o cena que nos sume esos puntos necesarios para que la relación se concrete, aquí es donde entra el que te ven como un amigo, pues recordemos que el amor es una amistad erótica, pero si le quitamos el erotismo porque no hay atracción, sólo te queda la amistad.
2. No eres su tipo.
Y no es que siempre tengan claro el tipo de hombre que quieren a su lado, sólo saben que tú no y aunque nos frustre es respetable, pues a fuerzas ni los zapatos, mi hermano.
3. Te ven un defecto enorme.
También suele pasar que, en general les caemos bien, pero su intuición les dice que somos, por poner un ejemplo, «mujeriegos» y entonces se quedan con el miedo y el prejuicio antes que arriesgarse y darnos una oportunidad.
4. No ven lo que quieren.
Quizá las cosas son más sencillas y no ven lo que ellas quieren; les agradamos, hay atracción y conexión pero quizá no ven estabilidad emocional o económica, complicidad, o afinidad en planes…
5. Estaban poniéndote a prueba.
Es decir, querían conocerte suficiente para poder saber si eras la mejor opción o mejor se van por alguien más.
Evidentemente no pasas el examen si después de algunas salidas empiezas a obtener puras negativas.
6. Te ven demasiado desesperado.
Y entonces las presionas. Mala combinación.
7. Te ven muy lento.
Por lo que se desesperan y empiezan a dudar de tus intenciones.
Sí estos últimos 2 puntos son todo un misterio, quizá puedas reflexionar al respecto con un elemento determinante: la manera en la que te diriges debe ser clara.
Si perciben algo raro, que incluso puede deberse más a tu inseguridad que estar jugando chueco, es suficiente razón para dejar de tomarte en serio pues se interpreta como una falta de honestidad y eso a nadie le gusta.
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