Si las personas te dicen que pareces superhéroe y no lo dicen de una forma positiva es porque podrías padecer el Síndrome del Salvador.
Se le conoce así a la tendencia de querer ayudar a otras personas asumiendo responsabilidades que no le corresponden.
En la mayoría de los casos, se dejan afuera las propiedades necesidades, para hacerse cargo de problemas más graves.
Te recomendamos:
5 señales de que no te estás dando el lugar que mereces
7 actividades que están arruinando tu productividad
Encuentra en el Facebook de Personalista más contenidos similares
La persona que padece el Síndrome del Salvador pierde la capacidad de responder a sus propios problemas, pues no es capaz de verlos como tal o se aferra a creer que hay situaciones más graves que necesita atender.
Mientras que el que es salvado, crea un rol de víctima y una codependencia con el salvador. Por lo que recurrirá a él en cada oportunidad que tenga.
Este tipo de dinámica puede verse en parejas, familiares, amigos o compañeros de trabajos; y no es algo que traerá positividad a tu vida, solo problemas…
3 señales de que tienes el Síndrome del “Salvador”
1. Ayudas por responsabilidad.
Crees que eres responsable de la felicidad de otras personas o que es la única solución al problema.
No orientas ni das tu apoyo, simplemente tomas el problema y lo resuelves, no importa lo que tengas que hacer o cuánto te tengas que desgastar, eres un hombre responsable y debes comportarte como tal.
2. Debes apoyar a otros.
Sientes que necesitas ser el superhéroe de las personas “desamparadas” o de aquellas que no tienen lo necesario para resolver un problema.
Sin embargo, no te das cuenta de que tú tampoco tienes las herramientas suficientes y que no estás brindando tu apoyo o consejos valiosos.
Le estás quitando toda la responsabilidad y no le permites madurar.
3. Necesitas tener el control de la situación.
En tu mente, necesitas ser el salvador porque las cosas deben hacerse a tu mano, debes tener el control de la situación o sentirás que todo está mal.
Podrías estar buscando aprobación o dejando que tu mente te manipule y te haga pensar que sin ti nada estaría resuelto.
Estás asumiendo un problema que no te compete y que solo te desgastará, te hará sufrir y si no es resuelto te sentirás un perdedor.
Al final, él que más perderá, serás tú. Porque estás arriesgando todo por algo que no te beneficiará ni te hará feliz.
Por qué no es bueno ser “el salvador”
Siempre buscarás a quién salvar o quién necesite de ti, y esto puede darte alegría momentánea por apoyar a alguien.
Sin embargo, con el paso del tiempo, el salvado se aprovechará de ti y querrá cosas que no puedes darle y que tampoco debes.
También estar siendo el superhéroe de una o varias personas, es algo agotador, tanto física como mentalmente.
Porque siempre se está pensando en cómo solucionarle la vida a la otra persona. Te enfocas tanto en eso que dejas a un lado tus propias responsabilidades.
Aunque creas que estás ayudando al otro, al final solo lo estás cohibiendo de ser responsables de su propia vida.
Y cuando las cosas no resulten a su favor, se molestará contigo y te echará toda la culpa de sus problemas.
Por esto, es importante que no salves a nadie y menos cuando esa persona puede salvarse a sí misma.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.