No hay estímulo que no cuente cuando se trata de cumplir nuestras metas, la figura japonesa «Daruma», es una ayuda extra para lograr nuestros propósitos.
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Daruma
La figura «Daruma» es más que un amuleto hecho de madera, no se debería asociar con la suerte, pues simbólicamente tiene todo para motivarnos a trabajar, no a esperar que los astros se alineen y nos favorezcan.
Se dice que Daruma representa a Bodhidharma, un monje hindú que es considerado como el fundador del budismo Zen.
Según la leyenda, Bodhidharma perdió los brazos y las piernas luego de meditar en una cueva 9 años sin moverse, por ello la figura tiene una forma semiredonda.
Perseverancia y trabajo…
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La figura tiene en la base un peso que le da equilibrio, lo que lo incorpora en cuanto se le toca o empuja. Esto tiene un significado, pues es una manera de representar el «levantarse» después de una sacudida, es decir, ser perseverante.
Pero, no es esto su rasgo característico, sino su rostro, en el que además de una nariz ancha, bigote y cejas pobladas, tiene en blanco las pupilas. Es en los ojos donde se encuentra el motivo de su importancia pues se pinta el ojo derecho cuando te pones en mente una meta y se pinta el ojo izquierdo hasta que lo cumples.
Después de haberle pintado su pupila derecha debes ponerlo en tu escritorio en algún lugar donde esté visible para que sea un recordatorio que te motive a cumplir la meta que le dio la primera pupila.
Esta figura la puede comprar una persona para sí misma, pero también suele ser un obsequio para las personas que emprenderán un negocio o empezarán algún ciclo.
Así, podrán encontrar y trabajar por nuevos objetivos.
El daruma es un recordatorio, una motivación y una forma de ser perseverantes.
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