Tal vez, creas que tu liderazgo es el correcto, que inspiras a tus colaboradores y que todo está bien, sin embargo, siempre hay espacio para mejorar.
Para tener un buen liderazgo no es necesario dejar de ser una buena persona, porque sí, tu equipo debe respetarte, pero no debe temerte.
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Los líderes que gestionan desde la empatía son más efectivos al crear una conexión con su equipo, mantenerse atento de sus necesidades, procurar su desarrollo y estar dispuestos a servir.
Es decir, no tienes que ser demasiado duro para lograr objetivos claros, necesitas ser empático y ser el líder que deseabas tener en tus peores lugares de trabajo.
Debes ser alguien que apoye, inspire y sea admirado no solo por su buen trabajo también por el buen liderazgo que tiene.
A continuación, te decimos qué hacer para mejorar como líder:
4 consejos para mejorar tu liderazgo
1. Regla de oro.
Trata a las personas como te gustaría que te tratarán.
Esta regla es sencilla, pero poderosa y muy importante para ser un buen líder. Si eres grosero, prepotente, te enojas fácilmente o das un mal ejemplo, tu equipo hará lo mismo y te tratará de esta forma.
Sin embargo, si eres positivo, encuentras soluciones, eres amable y respetuoso, recibirás el mismo trato.
Y no solo eso también obtendrás mejores resultados de tus colaboradores.
2. Escucha con atención.
Escuchar con una mente abierta a tu equipo no solo te hace más inteligente, también te habilita a poder ayudarlos realmente.
Si eres capaz de entender lo que necesitan, podrás encontrar mejores formas para trabajar y al mismo tiempo resolver los problemas con más claridad.
3. Prepárate para servir.
Cada vez que estés por interactuar con un miembro de tu equipo, toma un momento para reflexionar por lo que puede estar pasando.
Y pregúntate, ¿qué tipo de apoyo puede necesitar?
Es decir, debes estar un paso adelante para apoyarlo de una forma sincera y certera. Si tu equipo está feliz, tranquilo y relajado, podrá ser más productivo.
Sobre todo, si tiene a un líder que comprende sus necesidades y es capaz de atenderlas.
4. Desafía a tu equipo.
Cuando un miembro de tu equipo esté haciendo un buen trabajo, debes motivarlo a ir por más, no se trata de empujarlo u obligarlo a darte mejores resultados.
Si no a impulsarlo a que se de cuenta de todo el potencial que tiene.
Esto no quiere decir que solo le des más trabajo o que solo lo motives, es importante que reconozcas su trabajo con un incentivo extra.
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