Si siempre estás cansado, estresado y de malas por tu trabajo, es señal de que está afectando tu vida de una forma significativa.
Y no solo es que no te agrade del todo, sino que has puesto de cabeza tu vida para rendir en el trabajo y esto solo está provocando tu infelicidad.
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Tu labor profesional está afectando tu vida porque no te permite crecer de ninguna manera y solo te está haciendo creer que no puedes, que algo te falta o que nunca llegarás a la cima.
¡Ojo!, no te estamos diciendo que lo abandones de inmediato, sino de que veas que te estás sacrificando y matando por algo que no te está dando lo mismo.
Es momento de que veas que te está afectando y que dar tu 100% o ponerte la camiseta terminará con tu bienestar físico, emocional y te hundirá en una situación que te costará mucho salir:
7 señales de que tu trabajo está afectando tu vida
1. Lo odias, pero no lo dejas.
Trabajas, pero realmente no estás ahí, tu mente siempre está esperando a que se termine rápidamente y puedas disfrutar del fin de semana.
Lo peor es que tus amigos y allegados están hartos de tus quejas, porque aseguras que ya vas a renunciar o que harás algo al respecto, pero todo se queda en el aire.
Solo te desgastas al quejarte y seguir ahí.
2. No te sientes motivado.
Tu trabajo ya no te inspira y menos te gusta, ahora lo haces porque debes y no porque quieres. La única motivación que tienes para hacerlo es el dinero, de lo contrario, no moverías ni un dedo.
Ahora solo te enfocas en hacer las cosas un día a la vez, y aunque todo te preocupa, ya no te ocupas del asunto, simplemente dejas que se dé o que termine explotando.
3. Constantemente te duele la cabeza o el estómago.
Una de las señales de que tu trabajo está afectando tu vida es que siempre te enfermas, y no es que sea algo grave, pero sí resulta incómodo.
Desde resfriados, hasta dolores. Los más comunes son el de cabeza y estómago, lugares en donde se resienten el estrés, ansiedad y frustración.
4. Aumento de perdida de peso.
O comes todo el tiempo por la ansiedad que sientes por dar el 100% en tu trabajo (para que te recompensen) o se te olvida comer porque siempre hay alguna emergencia laboral.
Te vas al extremo en ambos casos, porque estás viendo a la comida como un escape fácil, para no centrarte en el verdadero problema.
5. No puedes descansar.
Desde que no te permitan tener vacaciones, porque siempre te buscan para atender algún pendiente, hasta que sufras de insomnio.
Y si logras dormir no lo haces al 100% porque sueñas con el trabajo y despiertas asustado, estresado y hasta preocupado por lo que te espera en él.
6. Vives estresado.
Pareciera que ya no conoces la calma, paz y menos la tranquilidad, ahora todo es caos, incertidumbre, nervios y tensión.
No puedes relajarte porque siempre estás esperando lo peor o mejor dicho, sabes que no puedes calmarte, porque tu trabajo no te lo permite.
7. No hay nadie a tu lado.
Tu trabajo está afectando tu vida porque poco a poco te has quedado solo, tu familia y amigos se han alejado porque no tienes tiempo para ellos.
Y no lo hicieron por un berrinche, sino porque se cansaron de rogarte y darte todo, cuando tú no diste lo mínimo, para poder darle todo a tu trabajo.
No puedes renunciar, pero sí poner límites…
Si has notado que tu trabajo está afectando tu vida, pero no puedes darte el lujo de renunciar en este momento, sí puedes poner límites.
Es decir, respetar tu horario laboral, alejarte de compañeros tóxicos, no aceptar más trabajo del que puedes manejar, no contestar llamadas fuera del horario laboral, respetar tus vacaciones y ponerte siempre como prioridad.
Porque si te pasa algo, es poco probable que tu empresa te dé el respaldo que necesites y al final termine reemplazándote en segundos.
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