Para mejorar tus finanzas personales no hace falta ganar mucho dinero, sino saber administrarte y hacer gastos inteligentes.
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Lo primero que debes de hacer es pensar bien en el estilo de vida que llevas y el que deseas tener a futuro.
Analiza si realmente estás haciendo tu mejor esfuerzo en el presente o estás dándote lujos agradables o innecesarios de los que omites un pequeño sentimiento de culpa.
Si esto es así, elimina la culpa pero genera consciencia financiera.
Después de esta introspección…
1. Ten claridad en tus ingresos totales.
A estas alturas del partido ya debes saber de cuánto es tu ingreso fijo y total al mes.
Esa cantidad que sí o sí te llega a las manos con la que cuentas para solventar tus gastos.
2. Respeta tu ahorro, tu inversión y tu fondo de emergencias.
Respeta la cantidad designada para tu ahorro, para tu inversión y para tu fondo de emergencias.
Muchas personas suelen cometer el error de pensar que el ahorro es lo mismo que el fondo de emergencias y esto no es así.
El ahorro es la cantidad que no tocarás, a menos que tengas un ahorro específico para el enganche de un carro, por ejemplo.
Este ahorro específico, idealmente, debe ser diferente al ahorro general intocable que debes ir haciendo.
El fondo de emergencia es más para cuando se te atraviesa un imprevisto y necesitas recurrir a una cantidad para salir del bache.
3. Ubicas tus gastos fijos y variables.
Ubica tus gatos fijos y abre los ojos para ver a dónde se va tu dinero en los gastos variables.
Quizá encuentres que más que gastos hormiga, tienes fugas nivel saltamontes de los que no estás siendo consciente.
4. Reduce tus gastos.
Con lo anterior, reduce tus gatos variables y analiza de qué manera los gastos fijos pueden ser optimizados.
5. Planea con presupuestos.
No sólo restrinjas tus gastos, organízate haciendo una planeación mensual de cómo vas a dejar ir tu dinero. No te falles.
6. Di «NO».
A las compras, a las escapadas, a los viajes… Si bien todo va a depender de tus finanzas personales, si algo no te convence, no gastes sólo por convivir, tú eres tu principal meta.
7. No abras hoyos para cubrir otros.
Es decir, no te endeudes para cubrir otras deudas.
Sabemos que a la larga las cifras a pagar que son constantes y que se llegan a sumar a otras más, nos suelen poner el agua al cuello.
Hay que ser inteligentes para distinguir cuándo y qué conviene y cuándo es mejor pasar de largo.
Mejorar tus finanzas personales tiene que ver con gastos inteligentes, planificación y cumplimiento de ello, además de ser conscientes de lo que realmente vale la pena llevarnos a cambio del dinero que ganamos.
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