Dicen que los clásicos nunca pasan de moda, pero Chanel nos acaba de dar una lección de renovación y supervivencia que jamás hubiéramos imaginado de esta casa francesa.
Definitivamente se necesitó mucho valor para modificar una de las fragancias más antiguas y amadas del mundo. Nadie se atrevería a decirle a Christian Louboutin que cambiara el color de sus suelas o decirle a Mario Batali que modificara los ingredientes de su salsa carbonara. Sin embargo, la maison Chanel se arriesgó de la mano de Olivier Polge y el resultado es fascinante.
La nueva versión del perfume más emblemático del mundo se lanzó al mercado como Chanel No. 5 L’Eau y llegó con aires de frescura y renovación sin perder ese toque sexy y elegante que lo ha caracterizado por más de 95 años.
Únicamente Olivier Polge lo pudo haber logrado. Su historia en la perfumería es un prodigio y claramente estaba destinado a ser el nuevo Mesías para Chanel.
Polge prácticamente nació en la maison, siendo hijo de Jacques Polge, el perfumista de cabecera desde 1978. En la línea de perfumistas que han manipulado las fórmulas de Chanel, Olivier es el 4o. Ernest Beaux creó el No. 5 en 1921 y desde entonces, ninguno de sus 2 sucesores se había atrevido a modificar su fórmula de la manera en que Olivier lo hizo.
El reto era repensar el Chanel No. 5 para su 5a reinterpretación en 95 años. Si no vemos aquí algo cabalístico es que estamos perdidos. Entonces Olivier decidió crear la versión más fresca del perfume sin modificarlo por completo.
Y así nació L’Eau, una propuesta simple y sofisticada, justo como el slogan que la acompaña. Atemporal, audaz, vibrante y llena de esperanza, Chanel No. 5 L’Eau contiene la misma base floral que su predecesor porque sería imposible deshacerse de la esencia del Grasse y de la exclusividad de sus rosas de mayo que florecen únicamente 2 semanas al año.
También encontraremos las clásicas notas de jazmín y sándalo, pero cuando nos acercamos a las notas de ylang-ylang es cuando percibimos la diferencia entre el original y esta versión.
Polgo logró un proceso casi mágico para isolar el ylang-ylang para obtener una nota más verde y nítida que le da ese toque de frescura adicional que lo vuelve cautivador.
No cabe duda que el L’Eau se hará un nuevo perfume de culto, adicional a la obsesión que ya sentimos por el No.5 original. Esta nueva versión logrará el mismo efecto seductor e irresistible, pero ahora en una nueva generación y claro, de la mano de Lily Rose-Depp.
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