A veces, la situación es tan confusa que necesitamos ayuda para descifrarla y poder entender si están juntos por amor o por costumbre.
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El enamoramiento es primero, nos llena de emoción, de adrenalina, de ilusión, de un revuelo maravilloso.
Después de esta etapa, empieza el amor, una fase en la que, por decirlo de alguna manera, se pone a prueba si realmente queremos estar con esta persona.
La vemos más allá de la magia de los primero encuentros y la reconocemos en su versión más real, llena de defectos, de contradicciones.
Mientras que el enamoramiento es algo que inspira, el amor es trabajo, es constancia, es elección.
Claro, tiene sus grandes satisfacciones y se puede disfrutar mucho, pero es también la fuerza de voluntad en su máxima expresión.
Este trabajo se hace a diario, el amor es una decisión diaria que involucra disposición, reciprocidad y respeto.
Día a día, el amor se puede transformar, puede pasar por rachas mejores que otras, pero jamás le da espacio a la fría distancia, al egoísmo o al juego de ponerse en riesgo.
Así que, cuando están juntos por costumbre…
Es porque el amor ya no se hace a diario, ni en la cotidianidad y cada vez es más nulo entre las sábanas.
Ya no es amor cuando sólo uno de los dos intenta mantener a flote la relación.
Ya no es amor cuando sólo uno tiene interés en la intimidad.
Tampoco es amor cuando en lugar de tratarse como amigos, como equipo, como compañeros, se ven sólo como la parte que cumple sus necesidades básicas no afectivas.
Sí, ha dejado de ser amor cuando no se procura a la persona, cuando la felicidad del otro no importa.
El amor no conoce al egoísmo, pero se basa en la libertad. Si ya no está clara esta diferencia, quizá ha dejado de ser amor.
Es costumbre cuando ya no hay un “buenos días” o un beso de buenas noches, un “gracias” o un “te traje esto porque sé que te gusta”.
Es costumbre cuando la gentileza, el interés y la generosidad son mínimos o ya no están presentes.
También es costumbre cuando la rutina no es organización para hacerlo mejor, sólo es una forma de cumplir.
Si te toca la piel sin emoción, es momento de poner las cosas en su sitio.
Habla con tu pareja y aclaren lo que pasa entre los dos, no tiene sentido que sigan juntos si ya no hay amor.
Recuerda, el amor es de dos, no se puede sostener con una persona.
Si hay amor pero necesitan reacomodar y replantear lo que ambos desean de forma individual y como equipo.
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