Mientras tú te vendes como un hombre inteligente y caballeroso, el mundo y las mujeres principalmente, saben que eres todo un patán.
Ya que, tienes comportamientos groseros, rudos, o que carecen de modales y cortesía. Y esto afecta tu vida amorosa o mejor dicho, tus aventuras.
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Puesto que, vas por la vida prometiendo amor eterno, cuando en realidad solo quieres algo casual o una noche de sexo.
No tienes consideración por los sentimientos de las mujeres con las que sales y solo las usas a tu conveniencia.
Lo peor de todo es que piensas que esto es algo bueno o conveniente para ti, pero te equivocas. Porque así como usas, serás usado. Incluso, puedes ser visto como alguien desagradable a nivel profesional.
Por esto, es momento de que veas que ser un patán no es lo mejor para ti y debes reconocer que lo eres, para que comiences a realizar cambios importantes en tu vida…
7 actitudes que toma un patán
1. Eres irrespetuoso.
Tratas a tus parejas con faltas de respeto, ignorando sus sentimientos o deseos, crees que las mujeres deben complacerte a tu conveniencia.
Que deben darte todo y tú no necesitas dar ni lo mínimo o puedes tratarlas mal y esperar a que soporten este comportamiento.
2. Eres egoísta.
Sí, eres un patán cuando priorizas tus necesidades y deseos sobre los de los demás, sin considerar cómo tus acciones afectan a los demás.
No te importa pisotear a otros para que tú puedas avanzar. Y todo esto empeora en tus relaciones amorosas.
Porque en todo momento piensas en ti y exiges demasiado, pero no estás dispuesto a dar lo básico.
3. Haces menos.
Dices que amas adoras a las mujeres y que son tu perdición, pero tienes actitudes o comportamientos sexistas que muestran desprecio o discriminación hacia ellas.
Dejando ver que solo eres un machista y patán que no tiene respeto por nadie.
4. Manipulas.
Utilizas las emociones y sentimientos de tu pareja para conseguir lo que quieres sin importarte su bienestar emocional.
Solo buscas salirte con la tuya a toda costa, sin importar que ella se sacrifique por ti y por tu felicidad.
5. No respetas los límites.
Te conviertes en todo un patán en el momento en el que no sabes respetar un NO, o lo tomas como un reto para probar que tú puedes hacer lo que quieras con tu pareja.
Y no es que seas un hombre determinado o que no se rinde, sino que no te importa ella, porque siempre haces lo que quieres, sin importar que la lastimes.
6. Falta de valores.
No te preocupas por los sentimientos o necesidades de tu pareja y no muestras empatía hacia sus situaciones.
Tampoco eres honesto en tus relaciones personales o profesionales, y puedes llegar a engañar o mentir para obtener lo que quieres.
Incluso, no te das cuenta de cómo tus acciones afectan a tu pareja y te niegas a reconocer cuando has cometido un error.
7. Te crees superior.
Actúas de manera irresponsable o impulsiva, sin considerar las consecuencias de tus acciones para ti mismo o para tu pareja, porque siempre te salvas al usarla a tu conveniencia.
Tienes una actitud arrogante y pretenciosa, creer que estás para aprovecharte de tu pareja, porque ella te ama y así es el “amor”.
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