Lo sabemos, hay días en que tenemos mucha hambre y queremos comer de todo, y hay otros en los que nada se nos antoja.
Sin embargo, que todo el tiempo quieras comer algo o que nada te llene, no es algo bueno. Y no lo decimos, porque esto afectará tu físico y te verás mal.
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Cuando tienes mucha hambre, tu apariencia será lo que menos te importe y en lo que no debes enfocarte.
Porque si siempre quieres comer y no te sientes satisfecho con nada, es porque algo no está bien en tu salud tanto física como mental.
Es importante que sepas los motivos por los que tu apetito es voraz y nada te satisface:
7 razones por las que tienes hambre todo el tiempo
1. Comes muy poco cuando estás en público.
Es decir, cuando estás con tu pareja, amigos o con alguien que te critica, te limitas a comer poco para que no te molesten con tu peso.
Sin embargo, estás haciendo mal, porque necesitas comer alimentos nutritivos y que le proporcionen lo mejor para tu cuerpo.
Si alguien te critica por comer mucho o por comer ciertas cosas, deberías considerar si vale la pena o no, seguir teniéndola en tu vida.
Porque comer poco para después comerte a solas todo lo que tienes en casa, no es nada bueno para ti.
2. Comes productos poco saludables.
Todo lo que te rodea afecta directamente en la cantidad de alimentos que comes y en tu bienestar al hacerlo.
Es decir, al solo comer productos chatarra tu cuerpo no está satisfecho y por esto, te pide más y más.
Sin embargo, si solo lo sigues “llenando” del mismo, jamás te sentirás satisfecho.
3. No desayunas.
Las personas que no suelen desayunar, suelen tener más hambre por la tarde y la noche.
Por esto, es importante que no te saltes ninguna comida, y menos el desayuno, porque es la comida más importante, ya que, te da energía para realizar todas tus actividades del día.
4. Tomas mucho alcohol.
Varios estudios han demostrado que el alcohol aumenta el apetito y prohíbe que te autocontroles.
No solo comes más mientras estás bebiendo alcohol también la resaca te provoca que tengas más hambre.
Tal vez, es momento de moderar la forma en la que bebes.
5. No comes suficientes proteínas.
Cuando consumes una buena cantidad de proteínas, tu cuerpo descompone los nutrientes en aminoácidos.
Estos ayudan a regular el apetito para que dejes de comer cuando estés satisfecho.
Si no comes las proteínas necesarias, tu organismo te seguirá pidiendo comida una y otra vez.
6. Todo el tiempo estás estresado.
La ansiedad, preocupación, indecisión y el estrés constante aumenta tus ganas de comer durante todo el día.
Te sientes insatisfecho porque algo en tu cuerpo y mente te está afectando, y a la vez te pide que lo llenes con comida que no necesitas.
7. Tu consumo de azúcar es alto.
El azúcar interrumpe las señales naturales del apetito, así que al comer mucha azúcar, provoca que tengas más hambre durante el día.
Puedes consumir dulces y productos con azúcar durante el día, pero debes hacerlo de una forma moderada, de lo contrario, jamás te sentirás satisfecho con la comida.
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