¿Realmente amas tu trabajo o sólo tratas de generar dinero? Aunque sabemos lo importante que es alcanzar la libertad financiera, no podemos (ni debemos) ver nuestro trabajo como un «sacrificio» para lograrla.
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Es importante poder generar los recursos necesarios para vivir con las satisfacciones que deseamos, sin embargo, debemos luchar para no estancarnos en un trabajo que no nos haga felices pero sí ricos, ¡qué flojera despertarte en las mañanas pensando que no quieres ir a la oficina!
Si tú ya estás del otro lado, te felicitamos, pero si eres de los que están empeñados en superarse, no permitas que tu trabajo repercuta en otros ámbitos de tu persona.
Estas son las señales de que tu trabajo está enfermando tu vida, identifícalos y si es necesario, atrévete a dar el salto.
1. Exceso de estrés.
Es normal tener cierta presión, pero el exceso de estrés es señal de que algo está mal, quizá aún no logras manejarlo, quizá sea momento de tomar decisiones serias y considerar si realmente el negocio está funcionando.
2. Estás ganando peso.
Quizá por falta de tiempo para realizar alguna actividad física, este factor puede sumarse a estar mucho tiempo sentado frente a la computadora.
Un trabajo que te absorbe a ese grado necesita mayor organización de tu parte, sabemos que puede ser difícil pero es necesario para mantener un estilo de vida saludable, más allá del sentido estético.
3. Tu vida íntima desaparece.
Si terminas o empiezas el día sin ganas de tener intimidad con tu pareja, ya sea por exceso de cansancio o por falta de motivación, necesitas generar un cambio en tu rutina, alimentación o mentalidad.
Un estudio asegura que existe una relación estrecha entre la falta de actividad sexual y el estrés.
4. Te sientes subestimado.
Si tienes la impresión de que no naciste para ese trabajo, tómalo así, con esa sabiduría, y encuentra aquello que está esperando tu perseverancia para brillar.
5. Te cuesta mucho levantarte en las mañanas.
Este es un factor de peso, no sólo es que duermas mal, es que realmente es una pesadilla y te sientes desmotivado.
6. Tienes problemas para conciliar el sueño.
Todo el estrés y descontento está presente incluso en la hora de dormir, un trabajo que no te hace feliz, te invadirá tu tranquilidad nocturna.
7. Estás más vulnerable a las enfermedades.
El estado anímico tiene relación con sistema inmune.
8. No te estás nutriendo.
¡Ojo! Estamos diciendo que no te estás nutriendo pues entre el estrés y tu ritmo de vida tu alimentación deja mucho que desear.
Si ya identificaste todo lo anterior es momento de que reflexiones, ¿necesitas hacer un cambio laboral para sentirte más satisfecho? ¿Tu desarrollo laboral actual está en camino a tu definición de éxito? No le temas al cambio, teme no vivir cada día al máximo y desaprovechar tu talento.
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