El ajedrez es más que un juego de mesa, sus piezas y el tablero nos dan la oportunidad de entretenernos mientras desarrollamos habilidades mentales.
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Queremos que, si aún no sabes jugarlo, te compres uno en la primera oportunidad que tengas; si ya lo juegas, no lo dejes y sigas puliendo tu estrategia; si no lo quieres jugar, AL MENOS, aprende algo de su esencia.
10 lecciones de vida que debemos aprender del ajedrez
1. El inicio sí importa.
Te puede poner en prematura desventaja que al comienzo de algo, no tomes una decisión pensada o lo hagas de forma precipitada, no pasará mucho tiempo para que te arrepientas.
Lo mejor es que al inicio de algo importante ya lleves una estrategia o, como mínimo, el conocimiento del panorama general. Todo saldrá mejor si desde el inicio tienes la mayor claridad posible.
2. Mientras más pasos adelante vayas, mejor.
El ajedrez es un juego de estrategia, así que mientras más vayas adelantado, mejor, pues el anticiparte a las decisiones o movimientos del otro, te dará más oportunidad de estructurar tus propias jugadas.
Claro, para esto necesitas experiencia, práctica y consciencia, pero no es imposible.
3. Reponte del error.
Si bien, lo ideal es no equivocarte, en el juego y en la vida estamos expuestos a cometer errores.
Lo importante no es no cometerlos, sino reponerse de ellos con sabiduría ganada a causa del error. Equivocarse es de humanos, reponerte del error es obligatorio y no repetir los errores es de sabios.
4. Para ganar tendrás que sacrificar.
Algo de esto sucede cuando estás consciente de que perderás piezas, se irán peones, alfiles, caballos, torres… Pero «perder» no siempre implicará la derrota.
A veces, perder una batalla significa sólo un sacrificio para ganar la guerra.
5. Pieza por pieza.
En el ajedrez, lo ideal es evitar perder las piezas más valiosas en manos de piezas con menor valor. Busca, por ejemplo, perder un peón por otro peón.
Entiende esto como un intercambio sano y necesario, la vida da y la vida quita, asegúrate de vivirlo con equilibrio.
6. Tómate el tiempo suficiente.
Sí, tómate tu tiempo hasta que encuentres el mejor movimiento, pero así como no es bueno que te precipites, tampoco gastes tiempo sin justificación.
7. Haz un plan.
Haz una planeación pero siempre ten una actitud abierta para que si algo no sale como lo pensabas, no se rompa tu esquema mental y tardes en reponerte para adaptarte a las nuevas circunstancias.
8. La concentración es tu mejor pieza.
Enfocar tus pensamientos con base en tu objetivo es indispensable para hacer un buen juego. La concentración es tan importante como conocer el movimiento de cada una de tus piezas.
9. Sé cauteloso pero no miedoso.
Se vale tener cautela, ser analítico, reflexivo y mesurado, lo que no se permite es dejar que el miedo te paralice.
10. Podrás ser el vencedor y el vencido.
Así como puedes tener todo a tu favor, está la posibilidad de que tu oponente tenga todo aún más a su favor, esto no te hace menos competente, pero tienes dos opciones:
Despreciar el logro de tu oponente evidenciando su victoria a costa de tus errores, o aprendiendo que sus movimientos fueron superiores a los tuyos. La perspectiva lo es todo.
Jugar ajedrez es un pequeño recordatorio de que no debes descuidar lo más valioso, irás viendo cómo tus piezas, tu equipo, lo dio todo por ti.
Recuerda un peón puede ser una gran amenaza para el rey si está en una buena posición.
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