Sueles hablar mal de los demás, ten cuidado o podrías dañar tu imagen.
Hay ocasiones en que tu apariencia física queda en segundo término, pues lo que dices, cómo lo dices y a quién se lo dices, puede ser de mayor trascendencia.
Y no solo eso, también podría tener mayor repercusión que lograr el mejor look del día en la oficina.
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Un hábito en especial influye en la manera en cómo los demás te perciben, incluso tú mismo lo podrías considerar con respecto a alguien.
Lo que lo hace más importante es el hecho de que no se ocupa en la primera impresión, sino que es algo recurrente, es el hábito de hablar mal de alguien.
Hablar mal de alguien destruye tu buena imagen
Seguro te ha pasado que escuchas a un compañero del trabajo expresarse mal, criticar o revelar un secreto de alguien.
En seguida piensas que eso, que está contando o diciendo de alguien, podría hacerlo también contigo y estás en toda la razón.
Hablar mal de alguien se hace un hábito para quien lo dice y para quien lo escucha, así que si crees que estás cayendo en esa dinámica, es momento de parar.
Pues quien se ve mal al expresarse mal de alguien, es la persona que está hablando, no la persona que se está mencionando.
Cuando hablamos mal de alguien estamos reflejando nuestras propias inseguridades y una mala educación.
Dice un proverbio árabe: «Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio: no lo digas».
Creemos que aunque hay cosas que merecen ser dichas, incluso en voz alta, hay momentos e ideas que es mejor guardarse o estaríamos en riesgo de proyectar una imagen incorrecta de lo que realmente somos.
Sí, quizá todos en tu trabajo saben que Fulanita hizo aquello, que Perenganito que es casado hizo o deshizo, pero ¿quién eres tú para confirmarlo, anunciarlo o juzgarlo?
Si otros lo hacen, no tienes que participar, cuida lo que sale de tu boca.
¡Cuidado!
Al hablar mal de alguien puedes caer en una injusticia y tú te expones al evidenciarlo por decírselo a otras personas.
El uso de redes sociales es otro factor que ha contribuido a que «hablar mal de la gente» sea un mal hábito.
Te invitamos a que canalices tus pensamientos y palabras en aspectos que te aporten como ser humano, enfoca tu energía en percibir las cosas como son, agradece lo bueno, aprende de lo malo y sorpréndete con lo interesante.
Si te encuentras en esa situación, esto es lo que tienes que hacer para comenzar a desaparecer el hábito:
1. Guarda silencio.
Aunque haya gente a tu alrededor hablando del tema, que otros hablen tú no.
2. Cambia de tema.
Si ibas a comenzar a hablar mal de alguien, es mejor que hables del clima, de tu serie favorita o de tu mascota.
3. Cuenta por 30 segundos.
En vez de que repases mentalmente el comentario con mala vibra, cuenta del 1 al 30 y después cambia de tema, entrena a tu cerebro a pensar en otras cosas.
4. Reflexiona.
Recuerda que lo que digas, también lo podrían decir de ti, y no porque sea un hecho, sino porque a eso se presta hablar mal de los otros, que eso te motive a dejar de hacerlo.
5. Distingue y habla algo positivo de la persona en cuestión.
El reto está en encontrar la belleza donde otras personas no la ven.
Hablar mal de alguien no te llevará a ningún lado y solo provocará que pierdas respeto y admiración.
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