Lo sabemos, tal vez, tu trabajo no te agrade tanto o estés harto de tus compañeros, pero eso no significa que debas sabotearte cuando todo va mal.
Si tu ambiente laboral no es el mejor, no es momento de ponerte el pie y empeorar las cosas, sobre todo, si estás buscando un aumento de sueldo o quieres emprender, pero sin dejar tu trabajo estable.
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Porque si te pones a la defensiva, no haces bien tu trabajo o te la pasas molestado a los demás o siendo poco colaborativo, terminarás siendo despedido y con justa razón.
Incluso, puedes quedar tan mal parado que al querer una recomendación o ayuda, nadie querrá dártela.
Por esto, es momento de que corrijas ciertas acciones que haces en tu trabajo, para que así puedas seguir luchando por tus sueños y tener oportunidades para obtenerlos…
5 errores que estás cometiendo en tu trabajo y te impiden crecer profesionalmente
1. No ser humilde.
Aquí hay dos situaciones que te dejan muy mal parado. La primera es que creas que lo sabes todo y la segunda que te sientas superior a los demás.
Ambas cosas no te están ayudando en el trabajo ni en la vida, porque si vas con esta actitud por el mundo, se te cerrarán las puertas.
Ya que, la humildad es la base de la inteligencia, es decir, asumir lo que no sabes, pero estar dispuesto a aprender y a no denigrar a los demás.
2. Quedarte callado.
Te estás metiendo el pie al no dar tu punto de vista o compartir tus conocimientos, de igual forma al no hacer preguntas.
Ya que, hacerlas muestra interés, atención y disposición a aprender más.
La falta de curiosidad siempre lleva al estancamiento y no te hará crecer laboralmente, incluso, serás visto como el que solo quiere quedar bien y no tiene nada que aportar.
3. No admitir tus errores.
Errar es humano, perdonar es divino, rectificar es de sabios. Pero tú no estás siguiendo este ejemplo, sino que haces todo lo contrario.
Te crees un ser perfecto que no se equivoca, cuando en realidad has cometido muchas faltas, y esto no es lo peor, sino que no te haces responsable de ellas.
Y todo empeora en el momento en el que le echas la culpa a alguien más, te haces el desatendido o no remedias la situación.
Fingir que todo lo haces bien o que no tienes defectos, no te está ayudando en lo absoluto y solo serás visto como un hombre mediocre que no merece una oportunidad.
4. Te cierras.
Estar cerrado a otras opiniones, ideas o a nueva información es lo peor que puedes hacer. Ya que, en una mente cerrada, no ocurre nada nuevo, por lo que nunca se aprende.
Incluso, que no seas capaz de valorar los consejos ni las críticas constructivas, solo te está cerrando puertas y te está llevando al fracaso.
El estar abierto a otros puntos de vista, te aporta perspectiva y alimenta tu mente. Así que, deja de creer que eres el único que tiene conocimientos o es inteligente.
5. No hacer contactos.
Como ya mencionamos al inicio, entendemos que tengas compañeros de trabajo que no te agradan en lo absoluto y es válido.
Pero odiar a todos o ni siquiera dirigirles la palabra o ser empático con algunas situaciones, te impide crecer profesionalmente.
Ya que, nunca sabes si ellos pueden tener la solución a un problema laboral, te puedan tender la mano en un momento difícil o incluso recomendar tu trabajo.
Tal vez, hoy creas que no los necesitas y que basta con tu talento y esfuerzo, pero debes practicar la humildad y notar que es mejor tener aliados que enemigos en tu espacio laboral.
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