En ocasiones, cuando queremos destacar en nuestro trabajo realizamos acciones o comportamientos para que nuestros jefes nos noten.
Incluso, para que vean la diferencia entre nuestros compañeros y todo lo que hacemos. Sin embargo, hacer más no es sinónimo de productividad.
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Creemos que estamos haciendo lo correcto y que nuestros comportamientos nos harán brillar, sin embargo, si pisoteamos a otros o nos aferramos a ciertas actitudes, podríamos perder todo.
Por esto, es importante que no solo seas un buen empleado, también un buen jefe, líder y un hombre que tiene inteligencia y talento.
Si quieres impresionar a tus jefes, pedir un aumento o demostrarte a ti mismo que lo estás haciendo, es importante que elimines estos comportamientos que solo te limitan:
5 comportamientos que no debes tener en el trabajo
1. Trabajar todo el día.
Como ya mencionamos, estar todo el día pegado a tu computadora o escritorio, no es sinónimo de productividad.
Incluso, hacer todo y resolverle la vida a los demás, no te beneficiará a ti. Porque no serás visto como alguien solidario o líder, sino que te verán como el que quiere acaparar todo o no sabe delegar.
Está bien que te apasione tu trabajo, pero no debe ser tu vida entera.
2. No asumir responsabilidades.
Un comportamiento que jamás te ayudará ni será positivo en tu trabajo es no aceptar más responsabilidades o no hacerte cargo de tus errores.
Nadie te pagará más o te considerara un buen empleado, si realizas las mismas tareas de siempre.
Tampoco te verán bien si decides aventar la piedra y esconder la mano. Es momento de cambiar de actitud si es que quieres obtener más oportunidades en la vida y en tu trabajo.
3. Aprovecharte del talento de otras personas.
Lo sabemos, quieres ser el número uno, pero robarte las ideas de alguien más o adjudicarte sus logros, no te ayudará en nada, porque estarás triunfando de una forma vacía.
Sobre todo, si tuviste que manipular a alguien o aprovecharte de su timidez y falta de experiencia.
Lo mejor que puedes hacer es apoyarlo, orientarlo e impulsarlo a vencer sus miedos. Ser su equipo y aliado.
De esta forma serás visto como alguien que es capaz de ayudar y digno de confianza.
4. Señalar los errores de otros.
Todos cometemos equivocaciones, y ese no es el problema, sino fijarte en lo que los demás hacen y no trabajar en los propios.
Enfocarte en ver qué hacen los demás, para no asumir tus responsabilidades, no es benéfico para ti.
Porque así como decides señalar a otros, alguien más llegará y verá que tu eres peor que ellos.
Así que, utiliza tu tiempo y energía para aprender de tus errores y volverlos una fortaleza.
5. Sentirte superior.
No importa si tienes un cargo importante, eres líder o un empleado más. Necesitas ser empático, tener los pies sobre la tierra y no creerte indispensable.
Incluso, aferrarte a sentirte más o humillar a otros no es la clave para avanzar.
Debes tener muy claro que hoy estás en la cima, pero que mañana puede no ser así. Lo mejor que puedes hacer por ti es ser respetuoso, mostrar tu educación y ser más empático.
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