Ya no sufrirás por mantenerte en forma, oh, bueno, quizá sí.
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Si llevas una vida fitness seguro has sufrido dolor corporal después de hacer ejercicio.
Bien dicen que «si no duele, no sirve», hacer ejercicio es un hábito que cuesta empezar y más difícil aún mantenerse.
Sabemos que ejercitarnos nos ayuda para liberar estrés y mantenernos en forma, pero el dolor póstumo al ejercicio puede llegar a ser insoportable.
Nosotras lo sabemos y no queremos que dejes el ejercicio por dolor, por ello te diremos 4 tips para reducir el dolor causado por el esfuerzo físico:
1. Aplica frío y calor.
Después de hacer ejercicio puedes aplicar hielo o compresas calientes en el cuerpo. El frío ayuda a disminuir la inflamación de los músculos.
Mientras que el calor ayuda a enfocar la sangre en el área que presenta dolor, ayudando así a que se recupere más rápido.
2. Tomar jugo de cereza.
Expertos aseguran que los flavonoides y las antocianinas, ingredientes que se encuentran en el jugo de esta fruta, ayudan a prevenir el dolor muscular y, si se llega a presentar ayuda para acelerar el proceso de sanación.
3. Té/pastillas de árnica.
Aunque el sabor no es el mejor del mundo, un té o pastillas de árnica son más efectivas y rápidas a comparación de una pomada.
Se debe tomar un día antes del ejercicio, el día de la actividad y un día después. Lo recomendable es hacerlo 3 veces por día, esto ayudará a que el dolor se presente con menor intensidad.
4. Hacer ejercicio.
La mejor manera de quitar el dolor muscular es continuar con el ejercicio. De esta manera activas la circulación y pones los músculos a trabajar.
Con el tiempo tu cuerpo se acostumbrará al esfuerzo que estás realizando y dejará de doler.
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