Si quieres alcanzar el éxito o simplemente aprovechar tu tiempo de forma positiva, debes seguir las lecciones de Séneca.
Entendemos que muchas veces la vida laboral, la familia o la pareja absorba mucho tiempo de nuestro día, pero es importante ocuparlo sabiamente.
Porque al final esté definirá lo que somos y lo que logramos.
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“Cuando lleguen al final, entenderán que estuvieron muy ocupados en no hacer nada”, aseguraba Séneca.
El filósofo estoico tenía claro que el tiempo es la posesión más valiosa que tenemos, pero aun así lo malgastamos.
Si quieres aprovechar bien el tiempo y hacer algo significativo con tu vida, debes tener muy presente estás lecciones para poder triunfar:
5 lecciones de Séneca para aprovechar de forma inteligente tu tiempo
1. Reduce el ajetreo.
“Una persona preocupada no puede realizar ninguna actividad con éxito…
Para un hombre preocupado, vivir es la actividad menos importante. Sin embargo, no hay nada más importante y difícil de aprender que vivir”, mencionaba Séneca.
Sus palabras cobran relevancia en la actualidad, porque vivimos llenos de pantallas, malas noticias, una agenda llena o dándole atención a alguien que no lo merece.
Esto genera la sensación de estar muy ocupados haciendo cosas muy importantes.
Pero en realidad hacemos acciones que no nos dan felicidad o no nos brindan apoyo para alcanzar nuestras metas.
Es importante que valores si estás ajetreado haciendo cosas vacías o es momento de parar y fijar nuevas metas por el bien de tu felicidad.
2. Sé implacable con lo que no te aporta nada.
Si quieres aprovechar al máximo tu tiempo, tienes que aprender a decir “no”. Séneca advertía:
“Cuánto has devastado tu vida porque no sabías lo que estabas perdiendo, cuánto has desperdiciado en dolor sin sentido, alegría tonta, deseo codicioso y diversiones sociales.
¡Te darás cuenta de que te estabas muriendo antes de tiempo!”.
Para aprovechar bien el tiempo necesitamos aprender a establecer límites.
Algunos de esos límites están dirigidos a los demás, a todas esas personas que se creen con derecho a usar nuestro tiempo recargándonos con responsabilidades que no nos pertenecen.
Es momento de decir no a las cosas y personas que solo nos utilizan a su beneficio y que no hacen lo mismo por nosotros.
También debemos aprender a decir “no” a nosotros mismos. Establecer límites para no perder un tiempo precioso.
No permitas que tus ambiciones o caprichos te dominen y te hagan perder el tiempo en cosas que no valen la pena.
3. No sometas la felicidad.
“Es inevitable que la vida no solo sea muy corta, sino también muy infeliz para quienes adquieren con gran esfuerzo lo que deben conservar con un esfuerzo aún mayor.
Logran lo que quieren laboriosamente; poseen ansiosamente lo que han logrado; y mientras tanto se les escurre un tiempo que nunca más volverá.
Nuevas preocupaciones toman el lugar de las viejas, las expectativas despiertan más expectativas y la ambición más ambición”, dijo Séneca.
Perseguir continuamente nuevos objetivos, no estar satisfecho con los logros alcanzados, solo conduce a un estado de ansiedad e infelicidad permanente.
Mientras perseguimos nuevas metas, el tiempo se nos escapa. Una meta siempre conduce a otra y nos engaña haciéndonos pensar que la felicidad está en la consecución de cada una de ellas.
La solución pasa por reajustar nuestras expectativas y preguntarnos cómo podemos llevar una vida más significativa aquí y ahora, mientras trabajamos para lograr determinados objetivos.
4. Hazlo ya, no dejes que la vida pase.
“Posponer las cosas es el mayor desperdicio de nuestra vida: nos arrebata cada día a medida que llega y nos niega el presente prometiéndonos el futuro”, escribió Séneca.
A lo cual añadió: “mientras perdemos nuestro tiempo dudando y postergando, la vida se acelera”.
Todos hemos procrastinado en algún momento. Sin embargo, cuando postergamos continuamente tenemos un grave problema. porque la vida no espera.
La solución consiste en eliminar de nuestro vocabulario la frase: “lo haré mañana” para ponernos manos a la obra ahora mismo. Solo tenemos que dar el primer paso.
5. Valora más tu tiempo que tus posesiones.
A diferencia del dinero, que se puede gastar y recuperar, el tiempo es un recurso precioso que nunca podremos recuperar.
Séneca decía: “La gente es frugal en la protección de sus bienes personales; pero en cuanto se trata de malgastar el tiempo, son los que más malgastan la única cosa en la que está bien ser avaro”.
Redefinir el valor del tiempo siendo conscientes de su finitud es el primer paso para utilizarlo inteligentemente, gestionarlo mejor y, sobre todo, dedicarlo a aquellas cosas que realmente valen la pena o son significativas en nuestra vida.
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