Tal vez, creas que quedarte callado ante una situación complicada es lo peor que puedes hacer, pero te equivocas.
En ocasiones, callar no es otorgar, sino respetarte a ti mismo y demostrar inteligencia, al mismo tiempo no caigas en juegos absurdos ni en provocaciones, incluso, demuestras madurez e inteligencia emocional.
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Por esto, es importante que tengas presente que hay momentos en donde debes defenderte, dar tu punto de vista o alzar la voz.
Mientras que hay otros en donde debes quedarte callado, porque de esta forma te defiendes, cuidas de tu salud mental y dejas claro que te valoras demasiado y no permitirás que nadie te falte al respeto.
A continuación, te damos algunos ejemplos de esto, para que así sepas que quedarte callado en ciertas situaciones es demostrar que eres más inteligente de lo que otros piensan…
Momentos en donde debes quedarte callado (para ser respetado)
1. Cuando no tienes la razón.
Demuestras ser un hombre maduro e inteligente, en el momento en el que prefieres quedarte callado para aceptar que no lo sabes todo, pero estás dispuesto a aprender.
Porque si te aferras a creer que lo sabes todo o que tu opinión es la correcta, todos te verán como un hombre inmaduro y mediocre.
Por esto, es mejor que cuando no tienes la razón, lo aceptes.
2. Cuando te equivocaste.
Si quieres que los demás te respeten y valoren, debes aceptar las consecuencias de tus actos y ser responsable de tus errores.
Defenderte o justificarte, no son las mejores opciones, lo ideal es que reconozcas tu error y pidas disculpas, para que más adelante remedies la situación.
Pero si vas a hablar para defenderte o asegurar que no hiciste nada malo, solo te hundirás.
3. Cuando no estás calmado.
Ponerte a discutir cuando no estás enojado, sientes ira o no puedes controlar sus emociones, no es la mejor idea.
Porque todo se saldrá de control o la situación se te escapará de las manos y escalará a un nivel que no podrás controlar.
Es válido dejar la conversación para un momento en donde estés más calmado y tengas tus pensamientos más claros.
4. Cuando no tienes toda la información.
Hablar por hablar, es una de las cosas que más problemas te causarán. Ya que, no conoces todo el contexto o tienes datos erróneos.
Y querer compartir tu opinión al respecto no te favorecerá, solo te hará ver como el malo de la historia o como un hombre que juzga porque se siente superior.
Por esto, debes quedarte callado e incluso, no dar opiniones que no te fueron solicitadas.
5. Cuando tus palabras pueden herir.
Una cosa es dar una dura y sincera crítica constructiva y otra muy diferente es que solo digas comentarios negativos que no aportan nada.
Incluso, que los digas desde la envidia o el rencor, solo demostrarán tu inmadurez y falta de empatía.
Si no tienes nada bueno que aportar, lo mejor es que te quedes callado, ya que, humillar a alguien por placer, te costará muy caro.
6. Cuando discutes con una persona agresiva.
Esto es más que claro, si esa persona no sabe controlar sus emociones y quiere pelear verbal y físicamente contigo, lo mejor es no tener ninguna conversación y alejarte lo más posible.
Ya que, no podrás razonar con ella ni tampoco obtendrás algo positivo de esa conversación.
7. Cuando no valoran tu opinión.
Es importante que guardes tus palabras, consejos y tiempo, para aquellas personas que sí aprecian todo esto.
Porque si hablas con alguien que no te da su interés ni atención, estarás perdiendo mucho. Por esto, debes darte tu lugar y no desperdiciar lo mejor de ti en alguien que no lo vale.
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