Hay personas que creen que tener dinero lo es todo, que pueden tener lo que desean y comprar la felicidad, es cierto, pueden adquirirla de manera fácil.
Sin embargo, pueden tener la “felicidad” a su lado hasta el día en que ya no puedan pagarla.
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La vida no solo se trata de tener todo el dinero del mundo, si no tienes con quien compartirlo ni el tiempo para disfrutarlo de nada vale.
En cambio, un hombre inteligente trabaja arduamente para conseguir sus metas, se abre camino con su elegancia, sabiduría y seguridad.
Estas son las 3 cosas que distingue a un hombre inteligente de un hombre banal:
1. Seguridad vs presunción.
Un hombre inteligente sabe que su mejor arma es la seguridad con la que hace las cosas, pues tiene la confianza de que su talento, trabajo y disposición son lo que cuenta.
Un hombre banal cree que puede escalar por contactos y comprar su cargo, aún sin tener los conocimientos necesarios.
2. Calidad.
Un hombre inteligente sabe que las marcas no los hace más, para él lo más importante es que sea una prenda de la talla correcta y de acuerdo con su estilo. Sabe que la marca más importante es él.
Aunque también sabe que hay marcas que lo ayudan a demostrar su porte y sofisticación.
Un hombre banal cree que utilizar marcas caras harán que se vea bien, que mientras más ostentosas le darán estilo, pero no es así.
3. Amistades.
Un hombre inteligente se rodea de gente positiva, con metas e inteligentes, quiere expandir sus conocimientos y aprende más.
Un hombre banal solo quiere abrirse camino y escalar a través de sus contactos.
Lo importante no es el precio si no la calidad. Tú decides si quieres ser un hombre banal comprando la felicidad o un hombre inteligente trabajando por tenerla siempre.
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