La necesidad de vacaciones o de días de descanso en la semana no se pone en duda.
Lo mismo sucede con las jornadas de trabajo diarias, que no deben ser llevadas al límite si queremos empleados sanos y con alto rendimiento laboral.
Incluso la ciencia ha respaldado este argumento, alertando que el exceso de trabajo puede provocar la muerte de una persona.
Karoshi es el nombre que se le ha dado al fenómeno en que un empleado se obsesiona tanto por la productividad y el trabajo que puede morir de agotamiento sin sospecharlo.
Esta situación se hizo evidente en Japón y obligó a las autoridades a promulgar una ley para reducir el número de víctimas que alcanza los 300 casos al año.
Uno de los casos más sonados en este país fue el de un empleado de Toyota que murió tras haber acumulado 80 horas extras en un mes.
Y es que en Japón, muchos oficinistas suelen pasar más de 15 horas diarias sentados en sus puestos de trabajo, y eso los hace vulnerables a sufrir desde ataques cardíacos y derrames cerebrales hasta enfermedades mentales.
Pero este fenómeno no es exclusivo de Japón. En Estados Unidos se repite el mismo escenario, e incluso en México, donde tenemos las jornadas laborales más largas de toda Latinoamérica.
El Karoshi, es una especie de cóctel de la muerte, provocado por estrés, sedentarismo, mala alimentación, falta de sueño, diabetes y un vida en la que el trabajo ocupa casi 3/4 partes del día.
Entonces ¿no crees que es hora de tomarte un descanso?
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