«Para todo mal mezcal, para todo bien también.» – Dicho popular mexicano (A tomar mezcal, entonces).
Que rico es comenzar la noche con un buen trago, olvidarte del celular por un rato y disfrutar de una buena plática, acompañada de de un mezcal.
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A pesar de que el mezcal ya lleva algunos años en la lista de favoritos, muchas personas siguen cometiendo estos errores que no sólo opacan las virtudes del destilado, sino que modifican sus sabores y sus efectos.
Si amas tomarte un buen mezcal y las mezcalerías artesanales son tu segunda casa, observa estos pecaditos que siguen cometiendo los «conocedores»:
1. Tomártelo de un trago
Ni el primero de la noche ni en la última y nos vamos, el mezcal debe saborearse despacio, con paciencia y delicadeza. Que pase por tu boca por sólo 2 segundos es un desperdicio total.
2. Tomártelo de dos tragos
Si te gana la costumbre y te terminas tu mezcal en 2 tragos, también estás desaprovechando la bebida. El mezcal se toma a besitos, lo que equivalente a sorbos de 5 mililitros.
3. No enjuagarte la boca
El primer trago es fundamental para preparar tu paladar a la experiencia que vas a ofrecerle. Mantén la bebida en tu boca unos tres segundos, impregnando cada milímetro con el sabor. Luego saca el aire por la nariz para que percibas el sabor real y las particularidades de ese mezcal que estás probando.
4. Mezclarlo
El mezcal se toma solo…No hay nada más que decir.
5. No acompañarlo con gusanos o chapulines
Si realmente quieres estar a tono con la exclusividad de tu bebida, eso se debe reflejar en tu botana.
6. Chupar limón
Para el mezcal se recomiendan rodajitas de naranja con sal de gusano o un poco de chilito, este contraste de sabores te permite apreciar más los detalles de lo que estás tomando.
7. No fijarte en los grados de alcohol
Un mezcal debe tener como mínimo 36% Alc. Vol.
8. Debe ser 100 % de agave
Parece obvio pero debes leer bien la etiqueta al escoger la botella.
Si quieres gozar realmente de los sabores y sensaciones que provoca un buen mezcal, pon mucha atención a estos detalles. Tomarlo es honor… apreciarlo en toda su grandeza es un deber.
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