El US Open es mucho más que tennis… Es una celebración al deporte, a la tradición, a la ceremonia en sí misma.
Y como toda celebración debe acompañarse de sabores que permanezcan en tu memoria mucho tiempo después de haberse terminado el torneo. Este año, además de ver los partidos y de tomarte una cerveza con los amigos que se reúnen una vez al año, necesitas darle una oportunidad a la oferta gastronómica que encontrarás en el abierto.
Este año hay chefs invitados a hacer de este torneo algo aún más increíble. Durante la comida te olvidarás del tennis.
Un pedacito de Ssäm Bar
Si amas los sándwiches tienes que pasar al restaurante de Daniel Chang y pedir un Bacon-Ranch Fried Chicken Sandwich, la evolución de su clásico sándwich Fuku al que le añadió un par de tiras de tocino ahumado en leña de manzano y un aderezo hecho especialmente para resaltar esta mezcla.
Cocina italiana con causa
Tony Mantuano es chef y propietario de Spiaggia, un clásico en Chicago. Este año decidió que en US Open habría pasta, pero no cualquier tipo de pasta. Consiguió un proveedor de kilos y kilos de penne y armado con una cacerola gigante está haciendo su clásico Amatriciana. De lo que gane este año donará una parte considerable al pueblo de Amatrice (de donde es originaria esta salsa de tomate con cerdo) que se vio afectado con el temblor del 24 de agosto.,
Amor entre 2 panes
Los sándwiches están siendo de lo más buscado durante el torneo y uno imperdible es el de pollo asado y pimientos que ofrece LaFrieda. Ubicado justo frente a la estatua de Arthur Ashe, Pat LaFrieda logró un espacio único para ofrecer sándwiches deliciosos con ingredientes que van desde el filete miñón, pasando por unas deliciosas albóndigas o el de pollo asado que está convirtiéndose en un favorito.
¿Cuál va a ser el primero que visites este año?
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