París (AFP)- El hombre se abrigó en París con una superposición de atuendos y capuchas, apegado al estilo callejero y desenfadado del momento, sin temor a desdibujarse entre tanta capa, de la mano de Balenciaga o del japonés Facetasm.
La capital francesa tomó este miércoles el relevo de Londres y Milán para presentar las colecciones masculinas del próximo otoño-invierno. Abrigos amplios, caídos y largos hasta los pies se impusieron en las pasarelas, combinados a menudo con Balenciaga con una corbata y unos zapatos deportivos.
El creador Demna Gvasalia de la firma rescató además los trajes de los años 1970-1980, holgados y anchos en los hombros, con solapas alargadas y doble botonadura.
En su «look» más callejero, los modelos llevaron camisas de cuadros escoceses que sobresalían por debajo del suéter de manga corta. Por el cuello, también emergían las capuchas ajustadas a la cabeza.
«Caótico, pero sofisticado»
El desfile de Balenciaga, uno de los más esperados de esta primera jornada, fue precedido por el de la japonesa Facetasm: hombres y mujeres exhibieron juntos un estilo despreocupado, logrado con una superposición de atuendos sorprendente, como el camisón de seda sobre el abrigo acolchado.
«Clasificar o categorizar es algo del pasado. ¿Realmente necesitamos esto?», inquirió el diseñador y fundador de Facetasm, Hiromichi Ochiai. «Nadie puede definir lo que somos».
Ochiai definió su estilo como «caótico pero sofisticado y divertido». La prueba, la combinación de tejidos, estampados y colores que llevaron sus modelos, en ocasiones escondidos detrás de una amplia capucha y una máscara hasta la nariz.
El belga Walter van Bereindonck hizo del fular, envuelto alrededor del cuello y la cabeza, tapando medio rostro, el elemento conductor de su desfile. Combinó además la prenda militar con, por ejemplo, el gorro de lana con borla.
Valentino, con aires británicos
Pierpaolo Piccioli, director artístico de Valentino en solitario tras la partida de Maria Grazia Chiuri a Dior, presentó una colección con aires británicos, con suéteres con rombos y eslóganes impresos en las prendas, que evocaban las letras del álbum «Never mind the bollocks» de los Sex Pistols.
Para completar el estilo deportivo-chic, añadió dos accesorios indispensables: una gorra y una pajarita negra.
París da cabida a todo
El eclecticismo se paseó por la pasarela desplegada por Y/Project. Su director creativo, el también belga Glenn Martens, jugó la carta de las superposiciones y se inspiró en figuras de la realeza como Enrique VIII o Napoleón, a los que homenajeó con sus efigies impresas en bufandas.
«Quise establecer un vínculo entre la realeza histórica con los iconos actuales del pop o los raperos: Enrique VIII fue obviamente el Kanye West de su época», explicó Martens a la AFP.
Para el diseñador, es difícil definir la tendencia actual en la capital francesa: «París da cabida a todo actualmente», explicó. «Sigue habiendo mucho chic y mucho cool», agregó.
Su desfile fue un reflejo de esa heterogeneidad, con gabardinas, abrigos cortos y largos, algunos abiertos por detrás, otros con una manga descaradamente más larga que el brazo, otros con tiras sobresaliendo por la cintura.
Los más jóvenes
Los jovencísimos hermanos franceses Valentin y Florentin Glemarec, de 21 y 22 años, se estrenaron en el programa oficial de la Semana de la Moda con su marca Icosae.
Apostaron por una clásica prenda, el traje negro, que trataron de modernizar imprimiendo en los tejidos números o la expresión «Colour my life with the chaos of trouble», inspirado en la comedia romántica de 2009 «(500) Días con ella».
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