Pasar una noche en un hotel es un gran regalo de San Valentín. Es sugerente, es creativo, es divertido y definitivamente los sacará de la rutina.
Nada expresa mejor tus sentimientos que la libertad de ser tú mismo en un cuarto de hotel, aunque sea en la misma ciudad en la que vives.
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Si tienes la suerte de pasar este 14 de febrero (o el fin anterior) en la Ciudad de México, te dejamos 3 recomendaciones Personalista de hoteles con propuestas tan interesantes como lúdicas, para que todo el escenario alrededor de ustedes grite AMOR. Y buen gusto, claro.
Distrito Capital
Uno de los hoteles más vanguardistas de la Ciudad de México te espera con la mejor expresión del minimalismo en cada uno de sus rincones. Además, su alberca se antoja para pasar el día disfrutando del sol en sus camastros que se ajustan perfectamente a la forma de tu cuerpo.
Déjate consentir por los detalles acogedores que contrastan con el diseño minimalista del hotel, como las toallas para alberca, las almohadas o las cortinas de cada habitación.
Y como obviamente pedirán room service, les recomendamos un Crème Brûlée sabor chai de la cocina de Patricia Silvera.
Hotel AR 218
Este es uno de los hoteles boutique más coquetos de la Condesa, ideal para un plan romántico que incluya una buena cena y una larga noche en una de sus habitaciones, en las que encontrarás que cada elemento que la compone tiene un propósito, como las cortinas blackout o la ropa de cama de Ralph Lauren.
Este hotel te hace sentir en una versión mejorada de tu casa… así que echa a volar la imaginación.
El diseño y la arquitectura del hotel imponen desde el lobby, sobresaliendo la mezcla de elementos que cautivan a primera vista: barandales de madera, ventanales enormes, azulejos antiguos y piezas de mármol. No dejes de subir a la terraza por su espectacular escalinata semicircular, y disfruta del atardecer desde sus sillones mientras tomas un mezcal o te relajas con un té.
Downtown
Este bellísimo hotel barroco en el centro de la ciudad ofrece la mejor combinación de espacios coloniales y diseño urbano, con una terraza ideal para tomarte unos mezcales antes de pasar a tu cuarto con vista al jardín central.
Este es un gran destino para San Valentín porque ofrece múltiples planes en un sólo día: un paseo por el centro histórico, excelentes opciones gastronómicas para la cena (como el Azul Histórico), una muy buena propuesta para el pre (empezando por La Botica y terminando en el bar del hotel, en la terraza) y un desayuno de campeones, cortesía de La Jersey.
Si aún no sabes qué regalarle, revista nuestra guía:
Regalos que cualquier hombre inteligente esperaría recibir para San Valentín
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