Para muchas personas parecería obvia pero en cuestiones del corazón, a veces, es mejor hacer un repaso. Esta es la diferencia entre sentir amor y placer.
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El amor no es lo mismo que el placer, pero, con el enamoramiento o la idealización podrían confundirse o creer que forman parte el uno del otro y no… ¡No es así!
En una ocasión pasada te platicamos acerca de la diferencia entre amor y dependencia emocional, ahora toma nota para un episodio más de «Entendiendo tus vínculos afectivos».
Diferencia entre amor y placer
Insistimos, definir lo que es el amor es complicado, pero esta es nuestra definición…
Amor
El amor es la voluntad de querer construir una relación libre en la que se respeten acuerdos y se comparta lo que cada uno quiere ofrecer.
Significa dar lo que me nace compartir y yo recibo lo que el guste compartirme.
El amor es un sentimiento pero, sobre todo, es una construcción diaria entre las personas que quieren estar unidas.
Placer
El placer tiene que ver más con el deseo, con la atracción, con la química sexual y con el conocimiento de nuestro propio placer.
Cuando compartimos intimidad con otra persona le abrimos la puerta a las experiencias que nos dan placer, esta conexión puede ser única y llena de momentos inolvidables, pero viene de lo físico y sexual, no necesariamente de la construcción diaria de un vínculo afectivo profundo.
El placer es disfrutar algo, pero esto lo podemos experimentar desde ver a una persona que nos es encantadora hasta compartir un OR6asm0 en conjunto.
Necesitas tener claro que, puedes amar a una persona y sentir placer, sin embargo, puedes sentir placer sin amar y, evidentemente, pueden tener placer contigo sin amarte.
Por otro lado, puedes amar a alguien y no disfrutar tanto del placer sexual, aunque sí puede generarte placer la compañía, la charla o los besos.
Diferentes tipos de placer
Existen diferentes tipos de placer: físico, psíquico, intelectual, lúdico, emocional y contemplativo.
El placer físico es el que se siente por la estimulación de los sentidos.
En cuanto al placer psíquico, puede darse por lo que la mente crea, desde recuerdos, fantasías o construcciones mentales.
Con respecto al placer intelectual, se relaciona con la satisfacción que genera el logro de alguna hazaña o al resolver problemas.
El placer lúdico es el que ocurre durante las actividades recreativas.
El placer emocional se genera con la conexión con otra persona, desde lo romántico hasta lo familiar. Se crea a partir de sentirse acompañados, enamorados o vinculados afectiva o sexualmente.
Para hablar del placer contemplativo necesitamos señalar, por ejemplo, lo que el arte crea en nosotros, cuando admiramos una pintura, hay placer.
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