A la mayoría de los hombres les encanta que su pareja les haga sexo oral, pero cuando es momento de devolver el favor, lo evitan o lo hacen mal.
Si tu pareja te ha pedido que la complazcas en este ámbito y no has podido, no te gusta o crees que lo estás haciendo mal, es momento de corregir algunos errores.
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Porque sí puedes mejorar, claro está, si realmente quieres hacerlo. Incluso, puedes darte cuenta de que tú solito te estabas complicando la existencia y no es tan difícil como piensas.
Por esto, es momento de romper con las creencias que no te dejan ser un mejor amante y comenzar a darle el placer que tanto se merece tu pareja y el que tanto te da a ti:
7 cosas que no debes hacer en un oral
1. No te enfoques en lo que a ti te gusta.
Si vas a hacerle un oral a tu pareja, debes enfocarte en lo que ella disfruta y no en lo que tú crees que le agrada o que a ti te gustaría que ella hiciera.
Este momento es para su placer, así que debes adaptarte a sus preferencias, y esto también aplica en dónde y de qué manera lo harán.
Por lo general a los hombres les gusta estar de pie y a ellas estar acostadas, por lo que debes tener esto muy presente y no exigirle que se adapte a ti, sobre todo, cuando ella lo hace como a ti te encanta aunque sienta que es una posición de sumisión.
2. No vayas directo al punto.
Ya te decidiste a darle un oral y quieres empezar de una vez con esto, pero no debes verlo como una obligación que debes cumplir y tampoco ir directo a su zona sin estimulación.
Lo mejor es que toques otras zonas erógenas, la acaricies suavemente y te tomes tu tiempo para aumentar la excitación.
De esta forma ella comenzará a soltarse y a sentirse más cómoda con lo que viene, incluso te ayudará a que tú también estés más dispuesto a ello.
3. No necesitas durar horas ahí.
Para que esa mujer disfrute a tu lado no es necesario que pases horas en el acto y menos haciendo lo mismo, debes saber cuándo parar.
Porque por unos instantes puede ser bueno y excitante que logres que tenga un orgasmo, sin embargo, si ya cumpliste con la “meta”, debes pasar a otra cosa.
Eso sí, no tan de repente, sino de una forma tranquila y natural.
4. No esperes cosas imposibles.
Es decir, que no esperes las reacciones que ves en el porno, porque eso no pasará. Debes dejar en el olvido esas películas y expectativas porque no te ayudarán a disfrutar y tampoco a darle a tu pareja lo quiere.
Porque si te enfocas en que ella gima mucho, grite de forma intensa o llegue a los dos minutos y quieras presionarla para que suceda, te estás equivocando y mucho.
Ten presente que no se trata de un botón que aprietas y a los segundos tienes resultados maravillosos.
5. No la presiones.
Ni a que llegue a los dos segundos que comenzaste a darle esta estimulación y menos a que te devuelva el favor de forma inmediata.
Incluso, tampoco es tan bueno que sugieras que tú vayas primero, para después la recompenses, porque ellas saben que probablemente no lo hagas y quieras pasar a otra cosa que tú sí disfrutas.
6. Olvídate de la intensidad.
Es decir, no es necesario que tu lengua esté demasiado rígida, dura o tenga que hacer movimientos bruscos.
Lo mejor para un oral es que seas suave, lo hagas despacio y si puedes de una forma sensual, en donde ella pueda notar que te estás tomando tu tiempo y lo haces con delicadeza.
7. Muévete.
El sexo oral no significa que no esté permitido usar las manos, por lo que puedes apoyarte de ellas para acariciar el clitoris u otras zonas erogenas. El punto es que acompañes a tu boca de otras cosas con las que ella pueda sentir placer.
También es importante recalcar que aunque tu lengua es la protagonista de la situación, no debes dejarla solo ahí, sino que debes apoyarte de tus labios.
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