Si has pasado por muchos amores tóxicos y ahora que estás empezando una relación que te parece muy extraña, tal vez, sea porque es una relación sana.
Así como lo lees, en ocasiones, lamentablemente nos acostumbramos a lo malo y no podemos valorar o entender lo bueno.
Te recomendamos:
3 señales de que ella desea estar contigo (pero no te ama)
7 acciones que delatan que eres un hombre muy aburrido
Encuentra en el Facebook de Personalista más contenidos similares
Incluso, creemos que es demasiado bueno para ser verdad y tenemos miedo de lo que puede venir. Sin embargo, tener una relación sana, no es cosa del otro mundo y tampoco es algo malo.
Si te sientes feliz, dichoso o en paz en el lugar que te encuentras actualmente, ¡felicidades!, has encontrado a alguien que te valora, ama y respeta de verdad.
Si aún tienes dudas de si ella es la buena o de que estás en una relación sana, estas cosas te dirán la verdad:
7 cosas que vives cuando estás en una relación sana
1. No le temes a los conflictos.
Cuando estás en una relación sana, sabes que un problema o diferencia de opinión no va a terminar con lo que han construido.
Tienes claro que esto les ayuda a superar y a demostrar que su amor es más fuerte.
Incluso, tienes un apoyo fuerte y real, que está ahí, demostrándote que la relación es de dos.
2. Puedes dar un paso, sin pedir permiso.
Es decir, ya no te limitas y tampoco temes decir o hacer algo por miedo a la reacción de tu pareja.
Ahora eres más libre y seguro, porque sabes que puedes ser tú, con virtudes y defectos, y esa persona no va a dejar de quererte.
3. Ya no juegan con tu tiempo.
Desde el inicio ha sido muy clara con lo que quiere o espera de la relación, no te ilusiona y tampoco te promete, simplemente te demuestra que comparte tu sentir.
Incluso, las excusas, cancelaciones o plantones, ya no existen, porque ella valora tu tiempo y tu atención. Y si lo hace, se disculpa de una forma sincera.
4. Te sientes apoyado.
En todo momento hay cooperación y reciprocidad. No sientes que haces todo el trabajo y tampoco te sientes sacrificado u olvidado.
Tienes claro que haces por tu pareja, lo mismo que ella hace por ti.
5. Hay una tranquilidad constante.
Desde que empezaste a amarte y solo a aceptar a personas que te demuestra su cariño, sientes una tranquilidad y paz constante.
Y no, no es la calma antes de la tormenta, sino que has aprendido a estar bien contigo mismo y con los que te rodean.
6. Hay responsabilidad afectiva.
Tienes muy claros los acuerdos, las necesidades, explican lo que desean y en todo momento tienen empatía.
No tienes que rogar ni exigir, porque tienen claro el papel que desempeñan en su relación.
7. No tienes miedo a terminar.
Sí, estás feliz con esa persona, pero la quieres tanto que tienes claro que si no se queda contigo, esperas que sea feliz.
Llegó a tu vida para enseñarte una gran lección y para demostrarte que puedes tener una relación sana.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.