Para que en una relación todo fluya y se den las experiencias más lindas y enriquecedoras, se necesita amor, voluntad, paciencia y comunicación.
Sin embargo, hay 3 elementos que determinan si una relación tiene lo indispensable para que todo fluya.
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A continuación, intentamos aterrizar estos aspectos que son la base para una relación sana que se compone de dos personas felices, compartiéndose por querer, no por necesidad.
1. Que lo que tú estás dispuesto a dar, sea lo que la otra persona quiere recibir.
Es decir, que aquello que tú representas y tienes para compartir sea compatible con lo que la otra persona está lista para recibir.
2. No abordar los problemas de forma confrontativa.
Discutir en pareja es sano, siempre y cuando, lejos de que la discusión sea confrontativa o destructiva, sea constructiva.
Esto se resume a que sean los dos encontrando una solución, y no uno contra el otro.
3. Saber negociar con límites, autoconocimiento y amor para lograr acuerdos sanos.
Siendo dos personas completamente distintas (por muchas afinidades que tengan) siempre habrá diferencias.
De este modo, el negociar para lograr un acuerdo es básico.
Esta negociación debe estar basada en los límites de cada uno, desde su autonocimiento y desde el amor que se tienen.
Sólo así se evitará la guerra de poder o el después reprocharle a su pareja todo lo que hacen por ella.
Recuerda que si bien en algunas cosas se puede ceder, hay límites que no son negociables. Es sano y está bien. Ambos deben respetarlos.
Para que todo fluya en una relación es necesario aprender del otro, conocerlo y ver si es compatible con nosotros.
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