Poner límites en tu relación de pareja es lo más sano y amoroso que puedes hacer por ti, por ella y por su amor.
Porque de lo contrario solo estarán en una relación tóxica en donde el amor saldrá por la ventana y por la puerta entrará el dolor y el sufrimiento.
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Tal vez, creas que exageramos o que no es tan bueno poner límites en tu relación.
Sin embargo, tener claro hasta dónde sí y dónde no puede llegar tu pareja te permitirá saber si ella vale la pena o no.
Incluso, podrás descubrir si te está brindando un buen amor o solo se está aprovechando de lo que tú le estás dando.
Señales de que te hace falta poner límites en tu relación
1. Te sientes culpable cuando haces algo solo para ti.
Si sientes que no puedes comprar algo sin el permiso de tu pareja o que no deberías darte un gustito de vez en cuando porque todo lo debes hacer en pareja, ahí no es.
Debes tener claro que tú eres tu prioridad número uno y que hacer cosas por ti y por tu felicidad es básico para ser feliz.
Si te tienes que limitar o no puedes hacer ciertas cosas para no molestar a tu pareja, estás con la persona incorrecta.
2. Dices que sí cuando quieres decir que no.
Si en tu relación nunca te puedes negar, siempre te estás sacrificando o tú eres el único que cede ante los caprichos de tu pareja es porque no has puesto límites en su relación.
Decir sí cuando quieres decir que no, es la clave para saber que esa relación no está bien y que tú eres el único que está involucrado en complacer al otro.
3. No haces ni dices algo cuando ella te trata mal.
En los días que ella es grosera contigo, te hace sentir menos o se enojó solo porque sí, no eres capaz de decirle algo o de reclamarle, es porque las cosas no están bien.
Si permites que ella te pisotee o que te trate como si no valieras, estás en una relación tóxica y en la que solo perderás tú.
Si no tienes el valor de hacer algo al respeto, ella tampoco tendrá la decencia de detenerse y preocuparse por ti.
4. Sientes presión social.
Esto va muy de la mano con el punto anterior. Cedes o haces cosas que en realidad no quieres por presión de tu pareja o de la gente que te rodea.
Si tienes la necesidad de satisfacer todo el tiempo a tu pareja o de cumplir las expectativas de otros no solo te hace falta poner límites también debes trabajar en tu amor propio.
Porque si sigues por ese camino tu pareja no te valorará y tampoco te respetará.
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