Se define como síndrome del impostor a la sensación continua de no merecer lo que se tiene. La causa principal de este síndrome es la baja autoestima.
Quien lo padece no es capaz de reconocer sus propios logros y siente que no fue él, sino que alguien más que lo ayudó y se siente mal por no estar a la altura.
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El perfeccionismo también juega un papel importante, siendo así que se vive con la idea de que todo puede ser mejor o que no se es lo suficiente bueno.
Tal vez, creas que no padeces el síndrome del impostor porque trabajas arduamente por tus metas, sin embargo, si dudas todo el tiempo de ti, no te crees capaz o en todo momento te juzgas, podrías padecerlo sin saberlo.
A continuación, te decimos qué acciones reflejan que te estás convirtiendo en tu peor enemigo, y crees que eres un impostor que solo está fingiendo ante el mundo…
5 señales de que sufres el síndrome del impostor
1. Crees que no mereces tus logros.
Cuando sufres de este síndrome sientes que aunque hayas triunfado, no ganaste.
Te sientes como un perdedor o alguien que está engañando a todo el mundo y tarde o temprano será descubierto y señalado.
2. Triunfaste por cuestión de suerte.
Desconfías tanto de ti mismo, que crees que tus metas llegaron por destino o suerte, sin embargo, no estás valorando todo el esfuerzo y trabajo que realizaste.
Aunque puedes ver tu proceso y lo mucho que te esforzaste, sientes que hubo un factor que te hizo ganar, pero que no fue gracias a tu trabajo.
3. Sientes que eres un fraude.
Aunque estás alcanzando tus objetivos, sientes que no es real o que estás engañando a los demás.
Te ves como un fraude, porque no eres capaz de ver tus cualidades.
Incluso, solo te enfocas en ver tus defectos o imperfecciones, no eres capaz de ver que tienes muchas cualidades y habilidades.
4. Piensas que haces mal.
No importa si tomaste la decisión correcta o una que te impulsó a lograr tus objetivos, piensas que fue errónea y que tarde o temprano te cobrará factura.
Vives con miedo y pensando que todo se vendrá abajo tarde o temprano.
5. Nunca es suficiente
El síndrome del impostor te ataca y te hace pensar que necesitas hacer más o que ni siquiera has empezado, aunque ya tengas los frutos de tu trabajo, te sientes insatisfecho.
Eres una persona merecedora de todos tus logros, tu esfuerzo te llevó ahí. Por más pequeño que haya sido el logro tuviste éxito y deberías sentirte orgulloso de ti mismo.
¿Cómo superar el síndrome del impostor?
Para enfrentar el síndrome debes ganar más confianza y autoestima, analizar lo bueno que eres desempeñándote en tu trabajo. Haz una lista con todas tus virtudes y logros, aunque no lo creas, sí los tienes.
Si sigues dudando, habla con tus compañeros de trabajo y hasta tu jefe, pregúntales acerca de tu trabajo, ellos te darán la perspectiva que necesitas.
No dejes que tus pensamientos te atormenten y te engañen, eres lo suficiente capaz y puedes lograr todo lo que te propongas, el único impedimento eres tú mismo.
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