Si todo te sale mal o por más que trabajas no eres capaz de lograr el éxito, puede deberse a que tomas malas decisiones.
¡Ojo!, no es que debas hacer todo bien o tomes las mejores decisiones, sino que te arriesgas para perder.
Te recomendamos:
7 señales de que no te está tratando con amor y respeto
10 consejos que nos hubiera gustado escuchar en nuestros 20´s
Encuentra en el Facebook de Personalista más contenidos similares
Tus malas decisiones son un reflejo de la poca confianza que tienes en ti mismo y hasta de que no sabes lo que quieres.
Estás decidiendo solo por hacerlo o porque no tienes alternativa, y esto provoca que fracases una y otra vez, pero no aprendes del error.
Que quieras ser perfecto o que omitas tus errores, provocan que sigas tomando malas decisiones que sólo te perjudican y te hunden más.
A continuación, te decimos las acciones que solo te meten el pie y no te permiten lograr tus objetivos:
7 señales de que eres un hombre que toma malas decisiones
1. Sigues a otros.
Estás tomando decisiones importantes enfocándote en la vida de alguien más. Decides por envidia y porque quieres ganar, sin embargo, no estás viendo lo que tienes y ya eres.
Copias lo que ya han logrado, pero no estás haciendo nada diferente y tampoco tienes las mismas capacidades.
Te estás restando oportunidades al imitar, cuando deberías ser diferente.
2. No analizas la situación.
No piensas en las consecuencias de tus actos y solo te dejas llevar por la corriente. Crees que al atreverte, ganarás.
Sin embargo, al no analizar la situación, pensar y tener un plan de acción, tu decisión resulta ser contraproducente y arriesgada.
3. Lo haces por impulso.
Aseguras que sigues tu intuición, pero la realidad es que tus malas decisiones las tomas con las entrañas y no con el cerebro.
Crees que con el estrés actuarás de la mejor forma o que tendrás más claro lo que quieres, pero solo te llenas de problemas e incoherencias.
4. Decides en el último momento.
Tus malas decisiones se deben a que las tomas cuando ya es tarde o cuando ya no tienes más tiempo.
No tienes un plan, solo te dejas llevar por la corriente o por lo que es más fácil.
5. No te informas.
Nunca sabes qué hay detrás de tu decisión y tampoco analizas los pros o contras de esta. Simplemente haces lo primero que se te viene a la mente o lo que sea menos complicado para ti.
No quieres perder tiempo en informarte, pero solo te atrasas al decidir de forma incorrecta.
6. Eliges de forma egoísta.
No importa a quién afectes en el camino, mientras la decisión te favorezca o no te perjudique, la tomas.
Sin embargo, al ver solo por ti, te estás restando oportunidades y afectando a personas que podrían apoyarte más adelante.
7. No depende ti.
Tomas malas decisiones al no decidir y dejar que otras personas te manejen a su antojo. Crees que así ganarás puntos o te orientarán, pero solo se aprovecharán de ti.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.