Aunque no lo digas en voz alta, muchas veces, puedes realizar acciones para tener la aprobación de los demás y ser reconocido ante sus ojos.
Ya sea que lo hagas de forma inconsciente, buscas que las personas te feliciten por todo lo que haces.
En ocasiones, no solo se busca aprobación a nivel profesional también en lo personal, familiar, amoroso y en el ámbito sexual.
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Debes aprender a distinguir entre hacer bien tu trabajo (porque te apasiona y es lo que te gusta hacer) y recibir reconocimiento por ello (porque quieres ser validado por los demás).
Porque los aplausos no siempre te convierten en un hombre exitoso o valioso y tampoco te llevan a la cima.
Entendemos que a veces tenemos la necesidad de “caer bien”, “encajar” o evitar causar una mala impresión.
Sin embargo, aferrarte a fingir que eres perfecto o creer que necesitas la aprobación de los demás para avanzar, solo te está limitando y puede afectar tu salud mental.
7 señales de que buscas la aprobación de los demás
1. Te guardas lo que sientes.
Para quedar bien con los demás o no llevarles la contraria, prefieres callas tus sentimientos, ideas u opiniones.
Aunque tienes la clave o la solución para resolver a un problema, no quieres decir nada para no ser regañado o delatar a alguien más.
Crees que profesas la humildad, pero no es así.
2. Todo está bien.
No te importa si la gente te humilla o te ataca, para ti la situación está bien y no pasa nada malo.
Al ignorarlos no le estás restando importancia, estás permitiendo que te dañen mentalmente y afecte tu trabajo o talento.
3. Justificas los abusos.
Dices que no te molesta que la gente hable mal de ti, abuse de tu confianza o denigre tu trabajo. Mientras estén a tu lado y te busquen cuando necesitan algo, te sientes satisfecho.
Que pacen encima de ti o solo se aprovechen de tu talento, no te hace mejor persona ni tampoco te ayuda a lograr tus metas.
4. Estás cansado.
En todo momento te ves exhausto, apagado o sin brillo y esto se debe a que te esmeras en demostrarle a los demás que vales la pena.
Aunque nunca te has demostrado a ti mismo que vales.
5. Te conformas con menos.
Sabes que tienes talento, inteligencia y determinación para obtener el primer lugar. Sin embargo, prefieres hacerte a un lado para dejar que alguien más gane.
Conformarte para obtener aprobación de las demás personas jamás te hará ganar el éxito. Nadie te dará lo que tú estás regalando.
6. Pides perdón aunque no eres el culpable.
Crees que adjudicarte los problemas de otros te ayudará a ser querido o apreciado en tu entorno, pero te equivocas.
Disculparte por actos que no has cometido no te convierte en un superhéroe, sino en un tonto que no se respeta.
7. Quieres ser de utilidad.
En todo momento te ves a ti mismo como un “objeto salvavidas”, quieres que la gente te use para algo o quieres ser útil en cualquier situación.
Esto solo provoca que te vean como alguien que solo vale cuando puede satisfacer las necesidades de otros.
Si sigues llenando los bolsillos de otras personas, te quedarás vacío.
¡Deja de buscar la aprobación de los demás!
Vivir pendiente de caerle bien a los demás y darles lo que necesitan para que así tengan una perspectiva positiva de ti, provoca que renuncies a vivir tu propia vida.
Incluso puedes estar complaciendo a personas que solo quieran aprovecharse de tu cariño.
Debes meditar acerca de lo que realmente te hace feliz y lo que quieres para tu vida, porque seguir buscando aprobación no te beneficiará ni hoy ni nunca.
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