Si para ser feliz tienes que conformarte, estás fallándote a ti mismo, si tienes que conformarte con lo que te das a ti mismo y lo que otros pueden ofrecerte, estás decidiendo mal.
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No te conformes…
A veces, necesitamos que alguien nos diga las cosas para que podamos abrir los ojos y encontrar desde dónde estamos tomando decisiones.
El conformismo es una trampa, porque empieza siendo una zona de confort silenciosa, que con el paso del tiempo traiciona a quien no la ve y castiga a quien viéndola no hace nada para salir de ella.
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Aplica para todo, para el trabajo, para relaciones amorosas, para amistades…
Reflexiona
Si tienes que conformarte con lo que tu pareja te puede ofrecer, estás obligándote a recibir lo que no te es suficiente.
Y, para ser honestos, todo está mal desde la perspectiva desde la que se decide.
Una cosa es que aceptes y seas feliz con lo que construyes al lado de tu pareja y otra es que anheles algo que no tienes y que piensas que no tendrás.
Desde tus pensamientos estás frenándote, estás limitándote y no puedes culpar al otro por lo que no te ha llegado.
Eres tú el único responsable de vivir con lo que tienes, lo que te falta o de no ir por más.
De hacer a un lado la ambición sana de ir por más, de trabajar en uno mismo para salir adelante y hacer que todo conspire a nuestro favor.
De no salir de una relación por miedo, por apego, por costumbre…
De no dejar un trabajo por inseguridad o conformismo…
Es momento de aceptar que debemos vivir nuestra propia vida con sus buenos momentos, con los malos y con los que ponen a prueba nuestra resistencia emocional.
Si «tienes» que conformarte, estás traicionándote.
Si «quieres» conformarte, acéptalo y sé feliz por ello dejando de quejarte.
No voltees a admirar otras relaciones sintiéndote estancado en la tuya.
Vida solo hay una y puedes trabajar por hacerla a tu manera.
Claro, no será fácil, deberás trabajar en ti a diario, pero valdrá la pena.
No te conformes en vivir tu vida desde un papel secundario, ¡eres el protagonista!
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