En una entrevista de trabajo es muy común que te hagan preguntas clave, de trampa y para ver si eres el elemento adecuado que buscan para cubrir un puesto.
Tal vez, creas que después de asistir a un sinfín ya conozcas todas las preguntas que te pueden ayudar o perjudicar.
Sin embargo, si aún no consigues el trabajo de tus sueños es porque no las estás contestando de forma correcta.
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¡Ojo!, no se trata de dar una respuesta robótica o ensañada, sino conocer las preguntas que te ayudarán a ganar puntos extras o te perjudicarán a obtener el trabajo de tus sueños.
Si estas a punto de asistir a una entrevista de trabajo o quieres estar bien preparado, es importante que tengas presente esto:
7 preguntas que debes dominar en una entrevista de trabajo
1. ¿Por qué dejaste tu empleo anterior?
¿Cuál es la razón por la que estás buscando trabajo? ¿Por qué estás interesado en esta empresa?
Optar por decir un chiste, quejarte de tu anterior trabajo o no saber nada de la empresa a la que te estás postulando, te hará ver muy mal.
Lo mejor es que te enfoques en las nuevas metas que buscas alcanzar, en vivir un nuevo reto profesional o en relatar porqué te apasiona esta empresa.
Si te enfocas en lo negativo de tu jefe, compañeros o de la empresa, el que se verá mal eres tú, aunque tengas razón, ahórrate tus comentarios.
Lo ideal es que hables de superación y crecimiento profesional, no sobre insatisfacción.
2. ¿Por qué duraste poco tiempo en tu anterior trabajo?
Si el reclutador identifica que has durado poco en tus trabajos anteriores, te hará esta pregunta.
Es normal y no debes asustarte o enfocarte en que tú eres el problema o que nunca estás satisfecho.
Puedes contestarla satisfactoriamente si mencionas que estás buscando una oportunidad más retadora o el empleo no resultó ser lo que esperabas.
Hablar mal de tus trabajos anteriores no te ayudará, así que, enfócate en mencionar que quieres nuevos retos profesionales.
3. Cuéntame sobre un error laboral que hayas cometido y cómo lo solucionaste.
El objetivo de esta pregunta es que demuestres con ejemplos y claridad qué clase de empleado eres.
Podrá notar si eres capaz de buscar soluciones o si prefieres echarle la culpa a alguien más.
Es importante que no trates de crear ejemplos a tu conveniencia, porque si haces todo de forma “perfecta” se dará cuenta de que mientes.
4. Háblame un poco de ti.
Es un cuestionamiento que parece sencillo e inocente y siempre se utiliza para romper el hielo.
Sin embargo, el reclutador tiene un objetivo claro al preguntar esto. Podrá conocer qué tienes para ofrecer como empleado.
No le interesa tu vida personal, tal vez, tú creas que sí o que puedes dar algunos detalles al respecto, pero es innecesario.
Quiere saber cómo trabajas, tu experiencia y por qué puedes ser un elemento valioso para la empresa.
5. ¿Por qué deberíamos contratarte a ti?
Con esta pregunta es importante que confíes en ti y en tus habilidades. Necesitas demostrar seguridad y venderte.
Este es el momento preciso para hablar bien de ti, de tus competencias, cualidades y experiencia.
Lo mejor es que des ejemplos, y que recalques lo que podrías hacer por la empresa a la que te postulas.
6. ¿Cuáles son tus pretensiones salariales?
Tal vez, creas que lo mejor es decir lo que te conviene a ti o llegar a un punto medio para no perder.
Sin embargo, debes enfocarte en algo más que el dinero. Sí, quieres un salario competitivo y de acuerdo a tus habilidades y experiencia.
Pero también debes pedir otro tipo de prestaciones y un salario emocional.
7. ¿Cuál es tu mayor defecto?
Al cuestionarte esto, le interesa saber dos aspectos clave de tu persona.
La primera es conocer tu capacidad para asumir tus errores y la segunda tu habilidad para corregirlos.
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