Por mucho tiempo nos han dicho que debemos dejar que nuestro trabajo hable por nosotros y no necesitamos presumir nuestros talentos.
Que lo mejor para nosotros es esforzarnos, ser disciplinados y trabajar arduamente, de esta forma seremos vistos y recompensados.
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Sin embargo, con el tiempo esa idea ha perdido fuerza, ya que, podemos dar lo mejor de nosotros en nuestro trabajo y no ser reconocidos.
Incluso, ser usados a conveniencia de otros y hasta ser reemplazados por personas que no hacen mucho, pero que destacan.
Por esto, te contamos, porque no debes enfocarte solo en tu trabajo y que deberías hacer para lograr tus metas, ser visto y recompensado de verdad…
El error que cometes al dejar que tu trabajo hable por sí solo
Dejar que tu trabajo hable por ti es una filosofía poderosa y válida en muchos contextos profesionales.
Sin embargo, no es lo único que necesitas para destacar y obtener éxito.
Ya que, cuando llega el momento de ascender a alguien y de hablar de tu trabajo, tú no tienes lo suficiente o eres opacado por otras personas.
Sí, te has dedicado a lo tuyo, has trabajado duro, te has puesto la camiseta y no te has metido en problemas y sabes trabajar en equipo.
Pero, mientras tú haces esto, otras personas se han enfocado en su trabajo.
Aunque también en dirigir, proponer, evaluar y hasta el liderar proyectos más ambiciosos.
Es decir, han cumplido con lo que se les pide, pero también se han tomado el tiempo y se han organizado para poder destacar.
Incluso, han ido por más y no solo han sido empleados que siguen órdenes, cosa que tú sí has hecho. Por lo que al final del día, ellos subirán, mientras tú te quedarás a trabajar para ellos.
Necesitas algo más
Tu trabajo sí puede hablar por ti, pero puede provocar que el camino sea más largo y te tome más tiempo mostrar resultados.
Incluso, puede hablar por ti, pero solo si tu trabajo llega a ciertas personas, que consideren que es útil tenerte donde estás y que podrías lograr más.
Por esto, es importante que alces la mano, te involucres, demuestres que eres un buen elemento y que vayas por lo que deseas.
Claro está, darte a notar, no significa que seas el alma de la fiesta, estés detrás de tu jefe todo el tiempo, que presumas más de la cuenta o caigas en ser un lamebotas.
Ni tampoco que trabajes 24/7, te sacrifiques en todo momento o pongas en riesgo tu salud física y mental.
Sí, muestra que trabajas y eres lo suficientemente bueno para ascender a más, esto significa tener mejores relaciones para que las personas de tu vida profesional sepan, que tienes los conocimientos indispensables, que eres un buen líder y tienes visión.
Pero al mismo tiempo se deben sentir cómodos a tu lado y te conviertas en la persona con la que ellos quieren trabajar.
Por esto, es momento de que confíes más en ti y en tu talento.
Que toques puertas, que estés presente, que trabajes en tus defectos, que combatas el síndrome del impostor y que sigas trabajando en tus habilidades.
¡Ojo con esto!
Si crees que esto es mucho trabajo y no estás seguro de obtener buenos resultados, debes ver que te estás equivocando con tu pensamiento.
Ya que el éxito, requiere de esfuerzo, paciencia y disciplina. Por lo que si quieres obtener todo, con el mínimo esfuerzo jamás llegarás a la meta.
O incluso, estás en el lugar incorrecto y debes ir a un lugar que sí te apasione y te haga feliz, para así dejar de estar en uno en donde solo te conformas.
Cuando tu trabajo es excelente, eficiente y exitoso, tienes mayores probabilidades de triunfar y alcanzar todos tus objetivos, incluso de ser una persona más feliz y dichosa.
Pero si no quieres desgastarte o solo vas a hacer lo mínimo, debes ver que estás cayendo en la mediocridad y esto solo te está convirtiendo en alguien infeliz que no hace nada para salir de ahí.
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