Aunque los baby boomers y los millennials son unos workaholics consolidados, de esos que almuerzan en sus escritorios y tienen sus agendas meticulosamente organizadas…
Muchas investigaciones han demostrado que disfrutar del trabajo y de la gente que comparte con nosotros es, además de ser algo bueno para salud, algo necesario para mejorar el rendimiento.
En este sentido, el estudio más reciente proviene de una investigación publicada en Journal of Vocational Behavior, y escrito por Michael J. Tews.
Se trata de los resultados de una encuesta realizada a más de 200 gerentes que administran y llevan el mando 80 restaurantes de Estados Unidos, y en la que se evaluó como actividades consideradas «divertidas», que ocurrieron en la hora de trabajo, afectaron de manera positiva la productividad y el estado de ánimo de los empleados.
Además, la investigación destacó que cuando los empleados comparten los unos con los otros, no sólo reportan resultados más efectivos sino que se sienten más satisfechos y son más creativos.
Para los expertos, estos momentos de relajación y de «diversión» permiten la autorreflexión, experimentación con nuevas formas de realizar el trabajo, la interacción más positiva con otros, y formas más efectivas de encontrar la información que necesitan para realizar el trabajo.
Asimismo, la investigación destaca que no hay que forzar la productividad, sino fomentar el aprendizaje, la experimentación, la autoreflexión y permitir a los empleados ser ellos mismos.
¡Cuéntanos qué te parecen estos resultados!
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