Todos queremos alcanzar la felicidad, pero al obsesionarnos con ella, provocamos todo lo contrario. Por esto, sino quieres ser un hombre infeliz, debes hacer ciertos cambios.
Nuestros hábitos tienen un gran impacto en la calidad de vida que vivimos. Específicamente, nuestros hábitos afectan directamente a nuestra felicidad, o a la falta de ella.
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Muchas veces, un hombre infeliz lo es porque vive rodeado de cosas negativas, quiere lo que otros tienen, se aferra a la perfección o quiere controlar todo.
Incluso, expertos aseguran que la felicidad está a nuestro alcance, pero nuestras decisiones y malos hábitos provocan que nunca logremos ser felices en realidad.
Si quieres dejar de ser un hombre infeliz, deberías evitar hacer esto:
7 hábitos que tiene un hombre infeliz y resentido con la vida
1. Vives más allá de tus posibilidades.
Es decir, quieres aparentar algo que no eres y no tienes.
Lo entendemos, vivimos en una sociedad materialista, y en la que constantemente nos bombardean con anuncios de cosas que realmente no necesitamos.
Si te aferras a encajar o comprar la felicidad, jamás la tendrás.
Busca alegría en algo que no implique tu tarjeta de crédito. Busca la satisfacción sin que una deuda la acompañe.
2. Vives lamentando el pasado.
El arrepentimiento no sólo es inútil, sino que también puede ser extremadamente dañino.
Investigaciones continúan mostrando que los pensamientos repetitivos y negativos sobre las decisiones tomadas en el pasado a menudo crean estrés y depresión.
Aprende de los errores, pero no te detengas en ellos; si no puedes cambiar nada acerca de la situación, no pienses en ella; suéltala.
3. El chisme es tu pasión.
Nada irradia más inseguridad que una charla negativa sobre otra persona.
Una persona feliz y segura de sí misma no tiene tiempo para entrometerse y opinar sobre la vida de los demás.
Si esparcir rumores o estar al pendiente de la vida de los demás es tu pasión, no solo eres un hombre infeliz también alguien patético.
Porque estás desaprovechando el tiempo en algo que no vale la pena.
4. Guardas rencores.
No te sirve de nada aferrarte a lo que alguien malvado te hice en el pasado.
Si no eres capaz de aclararlo o hacerle frente, lo mejor es olvidarlo y dejarlo fuera de tu vida.
Por más que lo desees, no te pedirá una disculpa y probablemente piense que no cometió un error. Y algún día la vida le hará pagar por ello.
Sin embargo, si tu te aferras a guardar rencores, jamás saldrás de ese circulo vicioso de dolor. Perdónalo, olvidado y supéralo por tu bien.
5. Exageras las cosas
Cuando nos encontramos infelices y descontentos, nuestra primera reacción es casi totalmente emocional.
En otras palabras, exageramos las cosas por completo.
En vez de eso, solo tienes que dar un paso atrás, mirar el problema objetivamente (con un mínimo de emoción) y concentrarte en una solución.
Muchas veces, los problemas son fáciles de resolver, pero nos gusta ahogarnos en un vaso de agua.
6. Te quejas todo el tiempo.
Una persona exitosa y feliz no se queja nunca. Y no es porque no tenga problemas, sino porque las quejas no le ayudarán a resolver el problema.
Si solo tienes cosas negativas que decir, solo te enfocas en los problemas o en lo que no tienes, jamás podrás ser feliz.
Quejarse de vez en cuando te ayuda a desahogarte, pero si lo haces todo el tiempo solo estarás rodeado de negatividad y mediocridad.
7. Solo críticas.
Una persona que se dedica a criticarse a sí mismo y a los demás es alguien que no tiene nada que ofrecer.
Este comportamiento solo revela que no tienes buena autoestima y que no eres capaz de ver tus talentos.
La forma en la que hablamos de nosotros mismos y de los demás, son un reflejo de nuestra imagen y personalidad.
Tal vez, deberías hacer más por tus objetivos y hablar menos de lo que no tienes o eres.
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