Lamentablemente, existen muchos distractores en la vida que no te permiten lograr tus metas, no puedes estar enfocado en lo importante y pierdes grandes oportunidades de vida.
Incluso, un pensamiento negativo te cierra oportunidades, ya que no te deja enfocarte en las cosas valiosas e importantes de la vida.
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Tal vez, cada acontecimiento que no salga como tú quieres lo consideras catastrófico, pero no es así.
A veces, sólo tenemos que tomarnos un momento para realinearnos de adentro hacia afuera y volver a estar centrados en nuestra vida.
Con esa idea en mente, aquí tienes tres hábitos muy simples y rápidos que puedes hacer por la mañana (y durante todo el día) y que te ayudarán a mantenerte en el camino correcto.
3 hábitos que te impulsan a ser más enfocado y productivo
1. Haz una lista de gratitud.
Una investigación psicológica, encontró que la gratitud se asocia consistentemente con una mayor felicidad.
Reconocer todo con lo que has sido bendecido diariamente puede ayudarte a poner tu vida en perspectiva y a ver ciertos problemas bajo una luz fresca y más optimista.
Comienza cada mañana con una lista escrita de tres cosas por las que estás agradecido, y sientes realmente esa gratitud.
No escribas las cosas por un sentimiento de obligación, habla con el corazón.
Quizás empieces a notar que tu mente inadvertidamente se dirige hacia esta lista a lo largo del día, y eso te ayudará a mantenerte también con los pies en la tierra.
2. Medita.
La meditación es increíblemente gratificante y práctica por varias razones.
Ya que se reduce a entrenar la mente para que permanezca enfocada en una tarea o idea durante períodos más largos de tiempo.
Y para que esté completamente centrada en el momento presente (en vez de estar preocupado por el futuro o el pasado).
Si eres nuevo en la meditación, simplemente ponte en una posición cómoda y concéntrate en tu respiración.
Cada vez que un pensamiento malo venga a tu cabeza, no lo persigas.
Simplemente, sin juzgarlo, permite que se aleje y vuelve a enfocar tu atención en la pausa de “dentro y fuera” de tu respiración.
Si te frustras, no te preocupes. Al igual que con cualquier habilidad nueva, esta práctica necesita algún tiempo para que te familiarices con ella.
Sigue con ello, y concéntrate en ser libre de juicios y volver a la respiración.
Con el tiempo, comenzarás a notar que no sólo estás más enfocado en tus tareas diarias, sino que también estás más atento a lo que está sucediendo a tu alrededor.
Cuando hay menos pensamientos de distracción y ansiedad zumbando en tu cabeza, empiezas a captar con más frecuencia las hermosas cosas de la vida.
3. Establece intenciones.
Antes de empezar tu día, puede ayudarte a centrarte si te alineas con tu propósito.
Recuérdate todas las mañanas cuáles son tus metas finales de vida, y crea una o más intenciones para ese período particular de 12 horas que se ajuste a tus principios.
Por ejemplo, ver las cosas desde la perspectiva de los demás (en otras palabras, ser empático) y crecer siempre (emocionalmente, espiritualmente, profesionalmente, etc.)
Recuerda que cada nuevo día es un borrón y cuenta nueva. Sé siempre agradecido, humilde y amoroso, y todo encajará.
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