Comencemos por lo primero, no es lo mismo estar triste que deprimido, aunque ambas condiciones sean no deseables.
Y es que la tristeza es una emoción con la que inevitablemente tenemos que lidiar en muchas ocasiones en la vida, como por ejemplo cuando tenemos que enfrentar una pérdida.
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Pero a diferencia de otras estados emocionales, su duración se limita a un período de tiempo; en cambio, cuando estamos deprimidos, el bajón emocional se suele mantener por un tiempo prolongado e indefinido.
Otra diferencia es que la depresión suele estar relacionada con cierta predisposición genética, mientras que la tristeza no.
Pero veamos en detalle, en que 3 puntos básicos se diferencia la tristeza de la depresión:
1. La tristeza en una emoción, la depresión es un trastorno.
En este sentido, la tristeza es una emoción que nos ayuda a lidiar con situaciones que nos resultan difícil de enfrentar, obligándonos a cambiar ciertos comportamientos y adaptarnos a nuevas realidades de manera eficaz e inmediata.
En cambio, la depresión es un trastorno psicológico, en el que la tristeza es solo uno de sus síntomas. Por lo general, viene acompañado de sentimientos de angustia, ansiedad, inutilidad, desesperanza y una profunda apatía.
2. La tristeza es pasajera, la depresión es duradera.
Por lo general, la tristeza suele durar más de algunos días o, como mucho, pocas semanas; mientras que la depresión; es un estado crónico que se confirma luego que la persona ha presentado sus síntomas en un lapso de tiempo de seis meses como mínimo.
3. La depresión viene acompañada de abulia y anhedonia.
Por ejemplo, cuando estamos tristes somos capaces de disfrutar pequeños placeres que nos sacan por instantes de ese estado de ánimo negativo.
Ahora bien, cuando estamos deprimidos experimentamos anhedonia, es decir, la incapacidad para experimentar placer y la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades.
Y es que esta sensación de apatía y pesimismo se manifiesta hasta en las tareas más cotidianas y simples, como cepillarse los dientes, ir a comer, salir a comprar, por ejemplo.
Cuéntanos ¿has padecido en algún momento de depresión?
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