En ocasiones, tenemos expectativas altas que nos permiten crecer y obtener cosas grandiosas, pero a veces esperar demasiado de alguien no es lo mejor.
Debes dejar de esperar a que los demás te den ciertas cosas para que tú puedas ser feliz o alcances el éxito.
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No se trata de que bajes tus expectativas de vida o te conformes con lo poco que te puedan dar. Necesitas dejar de esperar a que ellos hagan las cosas, cuando tú sabes que puedes hacerlas sin su ayuda.
O incluso que son cosas que no necesitas, ya que no te hacen mejor persona, ni te restan valor.
Soltar las expectativas te ayudará a tener mejore relación con las personas que están en tu entorno y sobre todo para poder sentirte en libertad y pleno contigo mismo.
Toma en cuenta lo que sucederá si dejas de esperar las siguientes cosas y si te concentras en conseguir los cambios positivos que tu vida necesita.
Las cosas que debes dejar de esperar de los demás para ser más feliz:
1. Validación.
No esperes que otras personas determinen tu valor como persona. Tu propio valor reside en ti mismo.
Las otras personas están lidiando con sus propias vidas, y están demasiado ocupadas proyectando sus propias necesidades y deseos en el mundo que les rodea.
Lo que dicen y hacen contigo es un reflejo de sus propias expectativas, y no debes confundirlas con las tuyas.
2. Elogios.
Si haces cosas buenas esperando que otros lo reconozcan, te estarás preparando para la decepción.
No hagas algo para ganar la gratitud de la gente; haz algo porque quieres hacerlo, porque te ayuda a sentirte mejor o porque coincide con tu integridad.
3. Realización.
Intentar encontrar a alguien más para llenar el vacío de tu vida es una persecución interminable.
Deja de esperar conocer a esa persona que pueda cumplir con todos tus criterios.
Una definición clara del diccionario de la palabra “realización” dice: “satisfacción o felicidad como resultado del desarrollo completo de las habilidades o el carácter”.
Una vez que encuentres satisfacción con tu propia vida, estarás listo para conectar con otros en una relación sana y mutuamente beneficiosa.
4. Soluciones.
Tus amigos y familiares personas pueden ayudarte a buscar posibles soluciones, pero si el problema está en tu vida, eres tú el que debe encontrarlas.
Depende de ti resolver lo que ocasionas.
Un hombre maduro revisa opciones, toma medidas y se adapta según lo que se requiere. Un hombre inmaduro solo espera soluciones.
5. Motivación.
Nadie puede ser tu animador a tiempo completo. Un amigo puede ayudarte a levantarte cuando estás deprimido, pero solo ocasionalmente, no puede obligarte a disfrutar de la vida y ser feliz.
Depende de ti establecer objetivos y tomar medidas para alcanzarlos.
Deja de esperar que alguien más haga el trabajo sucio por ti.
6. La misma opinión.
Nadie ha recibido la misma educación que tú, caminado en tus zapatos o vivido tu vida.
Las experiencias que formaron tu visión actual de la vida son totalmente diferentes a las de cualquier otra persona en el mundo.
Así que no esperes que alguien más “entienda” quién eres. Algunos se relacionarán estrechamente contigo; otros no tendrán idea de lo que estás hablando.
Tal vez es hora de dejar de insistir en que otros piensen de la manera que tú lo haces y permitirles tener su propia perspectiva, basada en sus propias experiencias únicas.
7. Felicidad.
Algunas personas podrán hacerte sentir felicidad de manera temporal, podrán brindarte alegría y positivismo.
Sin embargo, si tú no puedes construir tu propia felicidad, nadie más lo hará por ti.
La alegría viene de ver las cosas buenas que ya están en tu vida, tanto pequeñas como grandes.
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