Si has perdido la motivación o ya no tienes fuerza de voluntad para seguir luchando por tus metas, no es momento de rendirte, sino de tomar una pausa.
Entendemos que en este momento tus sueños se vean inalcanzables o que las cosas no estén resultando como deseas, pero eso no significa que sea el fin o que seas un perdedor.
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Sí, estás cansado de no obtener resultados, de equivocarte o de esforzarte y no llegar a ningún lado. Tal vez, estés pensando que es momento de abandonar este sueño, reto o trabajo, y no es lo mejor para ti.
Porque no solo te vas a arrepentir, sino que estás más cerca de lograr el éxito de lo que crees. Porque si las cosas se están volviendo complicadas es porque estás avanzando y solo es cuestión de seguir adelante para ir por todo y más.
Por esto, si te falta motivación o estás dando todo por perdido, necesitas descansar, retomar energía y hacer esto para poder ir por todo lo que deseas:
5 cosas que te ayudan a no perder la motivación
1. Medita.
Para no perder la motivación, debes despejar tu mente y olvidarte de los problemas, para concentrarte en soluciones.
Y no es que te aferres a resolver todo de la noche a la mañana, sino que le permitas a tu cerebro, cuerpo y a tus metas un respiro.
Al poder concentrarte, estar en paz contigo y con tus emociones, tendrás un equilibrio, lo que te recordará que lo tienes todo para triunfar y que este solo es un mal momento, pero debes seguir avanzando.
2. Despéjate.
Si ya no tienes motivación o estás muy cansado, es momento de tomar un descanso. Si puedes sal a caminar, haz ejercicio o aléjate de la situación que te está causando un conflicto.
El punto es que no te aferres a seguir adelante si no tienes las ganas ni la energía suficiente para avanzar.
Lo mejor es que te permitas un descanso obligatorio, en donde te recuerdes que no todo es problema, errores o frustraciones.
Si no que también hay cosas por las que debes luchar y que te darán felicidad.
3. Vive el proceso.
No te obsesiones con los resultados o con tener éxito ya, solo porque alguien de tu entorno está triunfando.
Porque apresurarte o envidiar no te ayudará a avanzar, solo te estancará. Por esto, es momento de dar pasos pequeños, pero seguros.
Lo ideal es que visualices el proceso y te mantengas flexible en algunas cosas que no necesariamente se cumplirán como lo pensaste.
No necesitas ser un robot que cumple todas las órdenes, sino que debes darte la oportunidad de equivocarte y aprender de la situación.
4. Ve tus puntos fuertes.
Puede ser que en este momento no tengas motivación porque solo estás viendo tus defectos y errores, y necesitas sacarlos de tu mente.
No es momento de negatividad ni tampoco de ver todo color de rosa, sino de prestarle atención a la realidad y a todo lo que posees.
Es decir, hacer una lista de tus cualidades, de tus habilidades e incluso de lo que ya has logrado en el pasado.
También incluye aquellas cosas que deseas lograr y cómo te vas a sentir cuando las hayas ganado, de esta forma te sentirás más confiado y dispuesto a seguir adelante.
5. No te enfoques en la recompensa.
Si piensas en premiarte cada vez que haces algo, tu mente pensará de forma inconsciente que no quieres hacer lo que estás haciendo hasta que tengas algo a cambio.
Lo ideal es que busques una motivación interna y no algo material, porque esta sensación solo será momentánea y puede hacerte desistir de tu meta en cualquier momento.
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