Desintoxicar tu mente significa limpiar aquellas creencias que te limitan o que solo atormentan tu cerebro con pensamientos negativos.
Los pensamientos son negativos, limitantes, denigrantes y malos para tu capacidad y talento.
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Es decir, si en todo momento tu mente te dice que no eres lo suficiente, piensas que las personas no te respetan o que siempre estas tomando las decisiones equivocadas, debes dejar de atormentarte.
Esta enfermedad psicológica terminará impactando negativamente a tu cuerpo, hasta intoxicarse y enfermarte.
La desintoxicación mental ayuda a liberarte de todo aquello que afecta tus capacidades y te impide lograr tus metas.
Por esto, debes hacer esto para alcanzar tus objetivos y sentirte bien contigo mismo:
3 cosas que te ayudarán a desintoxicar tu mente y a sentirte mejor
1. Calla los malos pensamientos.
La dificultad de disfrutar el aquí y el ahora se debe a la intoxicación de la naturaleza humana.
Debes aprender a disfrutar del silencio mental mientras dejas a un lado los pendientes, las preocupaciones, el agobio, las responsabilidades, esto ayudará a liberar toxinas mentales.
Una vez que se tome consciencia de ello, es importante regresar a enfocar la atención en las sensaciones corporales.
2. Disminuye la cantidad de los malos pensamientos.
Ser capaz de tomar consciencia de los pensamientos, analizarlos y revalorizarlos puede ayudar a disminuir su velocidad.
Por tanto también a reducir el agobio del exceso y la angustia que pueden llegar a generar. Esto es posible alternando con la toma de consciencia de las sensaciones y emociones.
3. Tomar conciencia de que te encuentras estancado.
La repetición de las mismas creencias, circunstancias, eventos, recuerdos, sentimientos, bloquean la habilidad de evolución.
El arrastrar el pasado a nuestro presente sólo provoca la prolongación del sufrimiento, incapacitando vivir nuestras vidas en el aquí y el ahora y dificultando el proceso de aprendizaje de lo que estamos experimentando.
Es como si la continua repetición de patrones fuera capaz de robarnos nuevas vivencias y por lo tanto la vida.
La solución es recordar que el pasado está en el pasado, y que en el presente hay una inmensa posibilidad de forjar nuevos recuerdos mediante las vivencias de la cotidianidad.
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