¿Te resulta difícil ahorrar a pesar de que ganas bien en tu trabajo? ¿El dinero no te rinde? ¿Siempre estás en deudas? Si respondiste afirmativamente a estas preguntas, tus comportamientos están dejando claro que no sabes manejar tu dinero.
Puede que estés adoptando hábitos que reducen el dinero en lugar de hacerlo crecer.
Es posible que tu actitud hacia tus finanzas podría necesitar algún ajuste. Si te das cuenta de que no lo estás gastando en cosas que valen la pena (o ahorrando para ellas).
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Según un estudio del Instituto TIAA de la Universidad George Washington y el Centro Global de Excelencia en Alfabetización Financiera, la mayoría de las personas no tienen una idea clara de su salud financiera.
Estar financieramente sano no se trata sólo de tener mucho dinero en el banco. Se trata de tener hábitos positivos con el dinero.
Aquí hay algunos comportamientos que te sorprenderá saber que en realidad están afectando a tu bienestar financiero.
3 comportamientos que te hacen tener menos dinero y cómo evitarlos
1. No tienes una perspectiva positiva cuando se trata de dinero.
Si tu motivación para tener dinero es principalmente porque quieres mantener el status quo y hacer que tu vida sea satisfactoria, entonces podrías caer fácilmente en una trampa.
Alguien con una perspectiva financiera saludable sabe que no debería gastar más de lo que gana.
Estas son las mismas personas que, a pesar de su dinero, siguen trabajando y presionándose a sí mismas en lugar de sentirse satisfechas con lo que ganan. No es sólo el dinero lo que impulsa su vida.
Es fácil para la gente perder su perspectiva sobre el dinero, especialmente si ganan regularmente una cantidad sustancial.
Ten presente que los millonarios no dejan su éxito cuando ganan fortuna, al contrario, siguen trabajando para lograr más metas y llegar más lejos.
Por esto, no debes ver al dinero como una meta que te dará todo, porque solo es una parte de tu éxito.
2. Tienes un apego insano de lo que el dinero puede comprar.
A veces, después de un día de arduo trabajo o de caos, solemos recompensarnos para sentirnos mejor.
Salimos a cenar con los amigos o tomar un café para relajarnos, sin embargo, esto podría resultarnos muy caro.
Esto no quiere decir que no debas complacerte. Sin embargo, podrías estar manifestando un comportamiento adictivo si pones demasiado dinero en conseguir estos placeres.
Si tu perspectiva es que “necesitas” obtener una dosis diaria de Starbucks, esto podría ser un apego poco saludable.
Ahora, estos comportamientos adictivos no tienen los mismos efectos serios que un problema real de adicción o abuso de sustancias, pero podrían estar causando que tus finanzas se salgan de control.
El rasgo común entre los consumidores compulsivos es que se sienten mejor después de recompensarse a sí mismos.
También piensan que sus indulgencias son buenas para su bienestar.
Si te encuentras gastando regularmente más allá de tus medios para “recompensarte”, ten en cuenta estos puntos:
– Los expertos dicen que no está mal permitirse el placer de disfrutar de lo que ganas. Sin embargo, a medida que disfrutas de tu dinero, también debes equilibrarlo controlando tus gastos.
– Presta atención a tus números y a las facturas de tu tarjeta de crédito, incluso aunque sientas que tienes dinero y todo va bien.
– Se realista sobre tus hábitos de gastos y revisa regularmente tu presupuesto diario para que tus gastos no excedan el dinero que ganas.
– Antes de comprar algo, pregúntate siempre si realmente necesitas este artículo o servicio.
3. Te niegas a lidiar con tu desorden compulsivo de compra.
La oniomanía o trastorno de compra compulsiva (TCC) es una condición psicológica real.
Cuando no se controla, el TCC puede estar relacionada con trastornos del estado de ánimo y ansiedad, control de los impulsos y trastornos alimentarios, así como con ciertos problemas de abuso de sustancias.
Si a una persona se le ha diagnosticado trastorno de compra compulsiva, el primer paso para curar este trastorno es reconocer que tiene problemas para manejar el dinero.
– Ocultas tus compras a tu cónyuge.
– Compras demasiadas cosas que realmente no necesitas.
– Gastas una gran parte de tus ingresos en estos artículos.
– Esperas que estas compras mejoren tu vida o te den una falsa sensación de seguridad.
– Experimentas conflictos en tu relación debido a la forma en que gastas tu dinero.
Ten en cuenta, sin embargo, que reconocer que puedes tener un problema con el manejo de tu dinero no es una señal de debilidad.
Para ser proactivo en el manejo de tus finanzas, es posible que tengas que cancelar tus tarjetas de crédito y dejar de emitir cheques hasta que recuperes tus fondos.
Las tarjetas y los cheques son herramientas que pueden alimentar el trastorno de compra compulsiva.
Las tarjetas de crédito, especialmente, hacen que la libertad de comprar cosas sea más fácil, pero la carga de pagar una deuda mucho más difícil. Por lo tanto, tienes que aprender a dejar de depender de esta herramienta.
Puede parecer desafiante al principio superar problemas y comportamientos que disminuyen el dinero. Pero cuanto más los ignores, más tiempo tardarás en salir de esta rutina.
Ten una mentalidad positiva, desarrolla paciencia y practica la diligencia. Esto te ayudará a ser más consistente en el manejo de tus finanzas.
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