Si en este momento de tu vida estás dudando de ti, de tu esfuerzo, trabajo, decisiones o te preguntas, ¿lo estoy haciendo bien?, ¿tengo éxito en la vida?, o ¿soy un fracaso?, te diremos cómo saber que estás en el camino correcto.
Lo primero que debes tener muy claro es que si otras personas tienen más cosas que tú, no son más exitosos.
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Porque el éxito no se define en objetos, dinero o contactos. Si no en el talento, esfuerzo, cualidades, poder y trabajo duro.
Incluso, cada persona tiene su propia definición de lo que es ser una persona exitosa. Y aunque tengan pocas cosas a su alrededor, dirán con mucho orgullo y seguridad “tengo éxito”, porque es una realidad.
¿Cómo saber si tengo éxito en la vida?
Tú eres la única persona que debe decidir si tiene éxito o no en la vida, querer impresionar a alguien, cumplir expectativas o buscar aprobación, no te hará un hombre éxito.
Lo serás si estás contento con tu trabajo, te sientes en paz y armonía con las personas que te rodean y principalmente si estás buscando superarte a ti mismo y no a los demás.
No te compares con los demás ni tampoco busques imitarlos, puedes inspirarte en su éxito y trabajar por tus metas, pero nunca busques un éxito que no es para ti y que tampoco te hará feliz.
7 cosas que me dicen que tengo éxito en la vida
1. Confías en ti.
Tienes muy claro que tú eres tu prioridad número uno, sabes cuidarte, valorarte y respetarte en todo momento.
Confías en ti y en todos tus talentos, ya no permites que otras personas quieren aprovecharse de ti o manipularte a su antojo.
Ahora sabes que no puedes confiar en todo el mundo y que es mejor estar solo que mal acompañado. Incluso, tu mejor amigo, es tu intuición, porque sabe decirte quién sí y a quién debes mantener lejos.
2. Ya no esperas, vas por todo.
Has dejado de creer que la suerte, el destino o tus contactos te darán todo. Ya no dejas tu vida ni tu éxito en manos de los demás.
Ahora das el primer paso, tomas la iniciativa y vas por todo.
No haces lo mínimo o lo básico, vas más allá, porque sabes que puedes hacerlo y alcanzar lo que te propones.
3. No te quejas, ahora solucionas.
Los problemas siempre se harán presentes, quieras o no, llegarán a tu vida. Y aunque muchas veces, no puedes prevenirlos, sí puedes resolverlos.
Obviamente, te molestas y frustras en el momento, pero los enfrentas, porque sabes que quejarte no te ayudará en nada.
4. Trabajas por tus sueños.
Tienes muy claro que los sueños no se cumplen, se trabajan. Has aprendido a enfocar tu energía y habilidades en alcanzar tus sueños.
Sabes que no será algo instantáneo, por esto, no quieres resultados fáciles, quieres que el esfuerzo valga la pena y te sientas dichoso de derribar las barreras por tus metas.
5. Persistes.
Lo tuyo no es insistir por capricho o aferrarte a algo que no es para ti. Sabes cuando soltar las cosas que no te convienen para obtener algo mejor.
Cuando tienes claro que algo es para ti, persistes, te enfocas y luchas por ello.
Te apoyas en la disciplina, constancia y prudencia, porque sabes que éstas te ayudarán a trabajar por cosas que valen la pena.
6. Actúas por amor, no por complacencia.
Es decir, cada acto que realizas lo haces porque te gusta, apasionada o te hace sentir bien. No buscas la aprobación de los demás ni ser aplaudido por tus actos.
Lo haces porque te impulsa a ser mejor y porque te inspira a ir por más.
7. Vas a tu ritmo.
Si has dejado de creer que a los 30 o a determinada edad debes tener todo, puedes decir orgullosamente “tengo éxito”.
Ya que, enfocarte en tu propio camino e ir a tu ritmo, es una señal clara de que lo estás haciendo estupendamente.
Porque no buscas probarle algo a los demás, sino que quieres sentirte mejor contigo mismo y cumplir tus sueños de una forma sana y positiva.
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